Nace en 1954 en Cantillana (Sevilla) y reside en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Magisterio en la especialidad de Lengua y Literatura. Se ha dedicado a la labor docente durante más de treinta años a la que vez que cultiva la creación poética.
Además de colaboraciones en revistas y antologías, ha participado en
recitales de poesía por diversas ciudades de España. Entre otras obras ha
publicado: CANTOS DE LA INFANCIA Y DOCE POEMAS DE AMOR, Comunicación Literaria
de Autores, Bilbao, 1985; Y EL CORAZÓN AL VIENTO, Edición de autor, Madrid, 1991;
VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2009; EL FUEGO EN LA
PALABRA, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2012; EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS
ALAS DEL TIEMPO, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2013.
Algunos de sus poemas se pueden leer en el blog del autor http://lavozquenadieapaga.blogspot.com/, LA VOZ QUE NADIE APAGA, y en antologías poéticas tales como: Arte
fénix, Antología de poesía universal, Poetas para el siglo XXI, Poetas
andaluces contemporáneos, Poetas del 15 de mayo, Álora la bien cercada, Poesía
solidaria del mundo, Poetas en la red, Poetas andaluces de ahora...
PORQUE TÚ TIENES ALMA DE
MUJER
Erguida, enhiesta, firme,
Esbelta y compasada
Por las brisas marinas
Socavas la bóveda del cielo
En incansable afán.
Compañera del mar
De hirsuta cabellera,
Te hundes en la arena y la sostienes
Manteniendo esta fuerza
El infinito eterno que te llama.
Centinela del tiempo,
Eres Antorcha Olímpica
Vencedora del sol y la tormenta,
Del viento huracanado y el ciclón...
Y eres espiga que en el talle cede
Cuando el hado golpea sin piedad
Para volver a erguirte siempre
Porque tú tienes temple de
mujer.
(Antonio
Capilla, poema inédito, Pozuelo, 2013)
SOMBRA
QUE AL TIEMPO ESCAPA
Un
relámpago ilumina la alcoba,
Y titilan
los muebles
Del
interior desnudo.
Siempre
que llueve y escapa la luz,
Incandescentes
caras de la noche
Son las
pobres bombillas
De la
oscura ciudad desamparada.
Y un
escalofrío enciende los huesos
Testigos
mudos del acontecer,
Los muros
del presente.
La vida
se consume en el incendio
De los
días perdidos,
De las
tristes reyertas de la nada,
De la
desesperanza paralítica.
Hace
falta más lluvia,
Lluvia
diluvio que limpie las llagas,
Que frote
las heridas necrosadas.
Hacen
falta relámpagos
Que
abrasen las conciencias,
Que
enciendan la luz del entendimiento,
Que
iluminen el corazón en sombras.
Manos
perdidas que no alcanzan manos,
Músculo
de fuego que muere helado,
Ojos de
hielo que se vuelven páramos...
Sombra
que al tiempo escapa,
Y tu
vida, luz en la sombra, pasa
Consumiendo
la carne
Para no dejar nada.
(Antonio Capilla, en EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS
ALAS DEL TIEMPO, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2013)
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