Antonio Molina Medina
(1942 Romilla, pedanía de
Chauchita, (Granada).
Hijo de Antonio Molina, natural de Romilla
(Granada) y de Luisa Medina, natural de Algeciras (Cádiz).
En el año 1948 mis
padres emigraron a la Ciudad de Orduña (Bizkaia), donde realice mis primeros
estudios, que alternaba con mis viajes a Algeciras y Granada. Desde muy joven,
compartí los estudios con el trabajo en el campo. La cultura que he podido
acumular en mi vida ha sido a través de la lectura, clases particulares,
academias y colándome en todo lo que olía a cultura y pueblo.
En tiempos de la dictadura fui uno de los
fundadores del Grupo de Danzas ‘Agintzari’ de Basauri (Bizkaia), entregándome
en cuerpo y alma a la cultura y la danza vasca.
Colaborador en periódicos y revistas con artículos de opinión y cartas
al director. Fui presidente de la Asociación Cultural ‘Federico García Lorca’
de Basauri. Me introduje en el mundo de la literatura por medio de las
tertulias literarias del “Café Boulevard” en Bilbao, de las que fui socio activo.
He participado en tertulias en la radio y sigo participando. Colaborando en
revistas y periódicos.
Miembro de la junta directiva del Centro
Cultural de la Casa de Castilla y León, de Basauri y presidente y fundador de
la Asociación ‘Victoriano Crémer’, con las tertulias literarias que se celebraban
en dicho Centro. También uno de los fundadores de las tertulias literarias en
el Centro Vallisoletano ‘Miguel Delibes’ de Baracaldo. Socio de ‘La Trocha’,
Asociación para la defensa y estudio del Patrimonio Histórico – Natural
Algecireño. Colaboro en recitales de poesía y escribo poemas para todo el que
me lo ha pedido, así como alguna conferencia que otra.
Mi primer libro escrito y publicado fue “Un
hombre del Cobre de Al -Yazirat Al-Jadra”, el segundo “Valderrubio ¿El pueblo
olvidado de Lorca?”, el tercero Los Ángeles están en Orduña, el cuarto, “El
Cobre. Su Historia, su riqueza y sus Personajes”, junto a un poemario dedicado a
estos personajes y su entorno titulado “Poemas sobre El Cobre (Algeciras): Su
Historia, sus gentes y mis recuerdos”. Valderrubio ¿El pueblo olvidado ce Lorca?,
quinto, Poemas sobre El Cobre.
Compartido con Daniela:
Sexto, Tándem, séptimo, Gobada, octavo, Lucía
la Estrella, noveno, Poesía en lata, decimo, Granada y el once: 50 Granos de
arena.
Tengo el atrevimiento de dar conferencias
sobre la vida y obra de Federico García Lorca…, Su huerta y exposiciones sobre
su obra literaria con más de 130 libros y visual. Y otros…
Antonio Molina Medina
POEMAS
SOMBRA
No la veía y
su corazón con ansia presentía
los latidos
de su cielo en el destierro.
Era ya viejo
y su piel se adormecía.
En su cuerpo
se mezclaban
la alegría y
sufrimiento,
mientras la
sal recorría sus mejillas
rompiendo su
entidad, su desconsuelo.
Eras la luz
que se filtró en su alma.
Confiaba en
el culmen su divinidad
donde su
aliento pertrecho de vida
se acomodaba
dentro de su cuerpo.
El amor se
precipitó dentro de él
mágico y
fiero…
Mendigó
entre sus mandíbulas el espacio.
La niñez se
escurrió por su ventana
precipitándose
como añosas bocanadas.
La sangre
fluye y voltea buena nueva
y su corazón
se deja atrapar con ella.
Cuando la
escarcha resbala por pestañas
un amor
provoca su locura, que contiene
plácidamente
su enjuta figura y aún viva,
alumbrada
por la vela donde oscurecía.
El golpe de
agua que genera su escarcha
provoca
insistentemente, vías de agua
abriendo
vías nuevas en su corazón;
grietas que
se enquistan en su cuerpo y
se aceleran
dentro de sus venas.
Las moscas
instalan sus larvas para
quemar su
cuerpo cuyo fulgor abrasa.
Y los
sentimientos se complacen
con versos,
que le abren el camino para
llegar a
ella.
Mudos los
ojos quedan tras
la vitrina
encanecida del tiempo.
LA CASA DE LOS SUEÑOS
Acudí
a su estancia a abrigarme.
Sus
paredes lucían añejos recuerdos
dónde
voces sosegadas y pertrechas de oídos
me
atrapaban mientras la candela,
colmada
de troncos, ardía lentamente,
brotando
de ellos lenguas de fuego
de
color azul cielo.
El
calor se esparcía por toda la estancia.
Mientras
nuestros cuerpos se posaban en la tarima
entre
oleadas de versos y notas finas,
la
añeja guitarra se desperezaba
viviendo,
soñando recuerdos de pasados tiempos
que
nos atrapaban entre nubes blancas
por
las que caminaban corazones,
pechos
uncidos entre ríos de agua.
Zumbaban
las abejas y de sus patitas
se
esparcía la miel.
Las
leguas de fuego calientan nuestra alma.
La luz
nos despunta la mente y hace posible
que el
silbido de las palabras se introduzca
cual
mordaces cuchillos en nuestros corazones,
sin
resquebrajarse…
Elevándose…
Ensalzándose…
PENSAMIENTO
Cuántas
preguntas yo le haría don Miguel.
Algunas muy
sencillas como ve,
pero ¿Para
qué preguntar lo que se ve,
si el mundo
no se detiene a pensar
que la vida
es hoy igual que ayer?
Yo…, me
quedo con mi amigo Sancho Panza,
que con un
borriquillo
se valió
para viajar y se permitió el lujo
de dar
consejos a su señor.
Hoy los
señores son tan orgullosos que
no se dan
cuenta que aquí estamos de paso,
y sólo
compartiendo un hálito de amistad
se hace
fuerte su vivir y su soñar.
¡Malditos
poseedores de la verdad
que sólo
pensáis en vuestra ideología
y a los
demás, pobres del mundo
los dejáis
morir de hambruna,
mientras
tiráis al mar vuestra demasía.
Antonio
Molina Medina
Basauri a 30
de julio 2014
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