Estudié lo que se llamó FP2, en la rama de Automoción,
cuando acabé me fui al servicio militar, cuando salí, empecé como comercial de Droguería,
perfumería, lencería, ropa de baño, marroquinería, artículos de importación,
centro de flores secas y bollería industrial.
Vendí libros a domicilio y trabajé de expendedor de
gasolina en una gasolinera de Campsa con intento de atraco incluido.
Parece un curriculum de trabajo, pero la experiencia se
adquiere en las cosas que vamos haciendo en la vida y en la mía “tocaron todas
estas”.
Y pondré que fui también “Montador de estructuras de
Aeronaves” que suena chulísimo, pero que consistía en hacer un boquete y luego
llenarlo con un remache. Fabricábamos un trozo de una parte de un cacho de un
avión de transporte.
Y en todo este lío, a escribir, mucho, mucho, muchísimo,
cosas buenas, malas y regulares… Pues casi igual que ahora, con la diferencia de
haberme convertido en un “pureta” y cada día me doy cuenta que cuantas más
cosas aprendo, sé que menos cosas sé. Lo cual es muy frustrante. Salud y pluma,
cuando me daba por escribir para el carnaval, ni ordenadores ni nada, papel de
estraza, del gris de toda la vida…, manías que tiene uno.
LLOVERÁ
LLOVERÁ, CLARO QUE LLOVERÁ
CAERÁN CHUZOS DE PUNTA
SOBRE LOS FRÁGILES PARAGUAS DE LA INCERTIDUMBRE.
SE OXIDARÁN LOS FÉRREOS PILARES DE LA VOLUNTAD ,
SOBRE CHARCOS DE RECUERDOS
PASARÁ LA MELANCOLÍA SALPICANDO SENTIMIENTOS
EN LAS PULCRAS ACERAS DEL PENSAMIENTO.
LLOVERÁ, CLARO QUE LLOVERÁ
TRONARÁ EL TRUENO
EL RELÁMPAGO, RELAMPAGUEARÁ
LAS VELETAS MARCARAN AIRADAS
EL CAMINO DE LOS VIENTOS AL OLVIDO.
TAMBORILES DE GRANIZO
EN LOS CRISTALES,
IRÁN ACOMPASANDO LAS CONCIENCIAS.
LLOVERÁ, CLARO QUE LLOVERÁ
SALDRÁN LOS LOCOS, LAS LOCAS
A EMPAPARSE DE LA
LLUVIA
TAN DESNUDOS, QUE LA FIEBRE
HARÁ ARDER LOS APETITOS.
SUBIRÁN A LOS TEJADOS DEL MAÑANA
BAJARAN A LOS SÓTANOS DEL AYER
BALCONES, JARDINES
LLENOS DE LOCOS, DE LOCAS
VIENDO LA
LLUVIA CAER.
LLOVERÁ, CLARO QUE LLOVERÁ,
YO LO LLAMO LLOVER, LOS POETAS…
SURGIRÁ LA
INSPIRACIÓN.
“SI HAY QUE MATAR, MATEMOS”
Si hay que matar, matemos
si hay que morir, muramos
si hay que amar,
vayamos a la guerra.
Porque quien muere de amor
eternamente agoniza
heridas abiertas,
dolor y melancolía.
Si hay que sentir, sintamos
si hay que vivir, vivamos
si hay que amar,
preparemos la batalla.
Porque el amor tiene espinas
que crecen en las trincheras
porque el amor es metralla
que atraviesa carne y alma
cuando se rompe y estalla.
He rendido tantas plazas
en tantas plazas caí
que ya soy soldado viejo
que soy pura cicatriz.
Un coqueto parpadeo
suenan tambores de guerra
suspiros que van al aire
carga pólvora al cañón.
¡A la guerra! ¡A la guerra!
¡Centinela a las troneras!...
que vuelvo a morir de amor.
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