Creo que fue con 13 años. Mi padre compró un billete en la tómbola de una Feria de pueblo, y me tocó una guitarra, por lo que se puede deducir que ese primer gesto de suerte sería el comienzo de una larga amistad, ya que a partir de ahí, además de animar bodas, bautizos, comuniones y barbacoas (con alto niveles de alcohol, por cierto), fui miembro de cualquier tipo de agrupación musical que se me pusiera por delante; desde Coros de Carnaval a corales escolares, pasando, incluso, por guitarrista de un grupo flamenco.
Mientras, y también por suerte, tuve la oportunidad de coincidir con amigos geniales que me invitaban a escuchar cintas de cassette o LP´s de los mejores cantautores de la época: Serrat, Silvio, Pablo, Aute, Ruibal…
Así que, después de alejarme durante muchos años de la guitarra y de las canciones ( y ya casi con 40 años), el destino hizo que mis pasos se dirigieran hacia el Café Teatro Pay Pay de Cádiz, y sin saber muy bien cuándo ni cómo, me encontré una mágica noche cantando encima del escenario un tema mío.
Y desde entonces, mil experiencias, mil amigos, y mil canciones que cantarte, que se verán reflejadas en el disco que estoy preparando junto a mi compañero Benjy Montoya.
Espero que la suerte me siga acompañando y que podamos conocernos pronto.
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Gracias Paco, eres un amigo excepcional y un cantautor delicioso.
ResponderEliminarUn.abrazo.