UNAS LÍNEAS AUTOBIOGRÁFICAS
Me llamo Juan Rafael Mena, nacido en San Fernando (Cádiz) en 1943, jubilado de la enseñanza media y gran amante de la Literatura, a la que he dedicado mi vida. He editado una treintena de libros y cuadernos de poemas y algunos de relatos.
SALOBRE DESPEDIDA
Servil estela al barco rúbrica de la popa
crencha del cabrilleo garabato de espuma
crencha del cabrilleo garabato de espuma
mi corazón se va remolque tu recuerdo
el barco que te lleva rumbo la indiferencia
cremallera de agua la travesía en fuga
todo el mar es tu cómplice todo el adiós las brisas
la plëamar el bíceps músculo de oleajes
yo subido a la duna desencanto empinándose
pañuelo mi mirada la distancia la estira
regazo es esta playa para dormir la pena
acunada congoja por vaivén de escancana
se desguaza una historia en dársena de luto
se desnuda un idilio de pétalos de besos
se cae la emoción como un vaina seca
ni el plenilunio erige un palacio en la luna
las rocas ya no tienen cabelleras de algas
los sargazos raíces de la mar se amotinan
la tristeza prepara sus mansiones de otoño
las borrascas rellenan de tormentas sus ubres
la costa ya es palestra de riñas de aguaceros
los vientos se colocan su armadura estridente
huesos del litoral rompientes farallones
cruzan lanzas de vidrio las bélicas marolas
rey de esta soledad corona tu abandono
mi heráldica no luce nada más que tu ausencia
mi reino ha derribado los lindes de sus sueños
un maretazo astilla su loza en los cantiles
plañidera la ola traduciendo orfandades
vacío que me legas puente la lejanía
clamor de estos mis ojos donde reina habitabas
un telar de suspiros donde hilamos mañanas
embarazando al día de más horas de asueto
retardando el crepúsculo y sus carros de fucsias.
De El vértigo de la memoria (2014)
CAMAS SEPARADAS
Ahora te sabes solo en este cuarto
en que la luz crepuscular se agarra
con manos temblorosas y amarillas
al ya frío dintel de la terraza.
Ahora, con tanta soledad encima
de tu cabeza, de tu piel, tu alma,
sientes cómo las alas de la noche
van cubriendo el silencio de la casa.
Cuántas horas te quedan, navegante
por el mar del insomnio en esta playa
donde tu madurez se va rindiendo
como un naufragio con gimientes aguas.
El amor que te niegas no está lejos,
aunque ni aun por teléfono te llama.
Tu orgullo te ha asfixiado, buganvilla
que ha trepado tu muro de nostalgia.
Corta con el perdón esos ramajes
y desnúdate ya de tu arrogancia...
Ahora te sabes solo en este cuarto
en que la luz crepuscular se agarra
con manos temblorosas y amarillas
al ya frío dintel de la terraza.
Ahora, con tanta soledad encima
de tu cabeza, de tu piel, tu alma,
sientes cómo las alas de la noche
van cubriendo el silencio de la casa.
Cuántas horas te quedan, navegante
por el mar del insomnio en esta playa
donde tu madurez se va rindiendo
como un naufragio con gimientes aguas.
El amor que te niegas no está lejos,
aunque ni aun por teléfono te llama.
Tu orgullo te ha asfixiado, buganvilla
que ha trepado tu muro de nostalgia.
Corta con el perdón esos ramajes
y desnúdate ya de tu arrogancia...
¡Vete al cuarto contiguo y que tu beso
florezca de emoción en su almohada!
De Poemas voluntariamente retrospectivos y otros vanguardistas (2011)
Gran poeta y humanista.
ResponderEliminarAbrazos ya queda menos para vernos en esa reunión de almas y poesía.