Diplomada en
Ciencia de la Salud ,
especialista en Obstetricia y Ginecología (Matrona).
Nace en Colmenar
pueblo serrano de la comarca de la
Axarquía malagueña, a temprana edad se traslada con su
familia a la Capital
malagueña donde cursa sus estudios.
Aunque optó
por las ciencias siempre ha sido y es, una enamorada de las letras, devoradora
de libros, trabajando actualmente en un proyecto de investigación sobre mujeres
poetas de todos los tiempos.
Organiza, presenta
y coordina junto con Roberto J. Martín González el Evento Poético Literario “Voces
Perdidas -Voces Olvidadas”.
Últimamente dedica
más tiempo a la poesía, aunque también cultiva otros géneros como el relato o
la biografía.
Sus escritos son
sencillos, directos y dinámicos, habiendo publicado en revistas de ámbito
cultural en Málaga y Cádiz.
Algunos de sus
poemas aparecen en compilaciones varias.
POEMAS
….Y hablo así, yo que he sido vencedora en mi mundo,/porque pude vencerme y vencer al deseo. VINE. Concha Méndez
HISTORIA OLVIDADA
Años hace que vamos de la mano,
no fue un amor cobijado en nubes,
cruzamos mares hechos de lagrimas
nos albergamos en islas limpias.
Nuestro amor se bastaba él solo
no necesitaba auxilio del tiempo,
el tiempo… apenas unos minutos.
Fueron años de amor infinito,
de risas y cantos de sirenas
y de algún que otro quebranto.
Pronto llegaron los hijos
fue nuestra mejor recompensa,
pero el tiempo es inapelable amor…
No conozco primavera eterna.
Pronto seremos pasado,
los hijos seguirán la estirpe marcada,
nuestra historia, es historia sabida
en breve será historia olvidada.
El paso del tiempo hace mella en absolutamente todo, si se trata del abandono de una casa el deterioro es muy rápido.
A la fotografía "Abandono" de Dani Moscugat.
ABANDONO
Joven y lozana te conocí
el valle vibraba de vida a tus pies,
bebías su sabor a placenta sin fin
percibiendo que la verdad toca tu sien.
Con la mañana eres luz concebida,
las horas justifican tu razón de ser,
con la noche te encorvas y doblegas
observando un cielo de tormentas.
En ti hemos sido desde que nacimos,
con el andar de los años nos descubrimos
palpando despacio tu cuerpo puro,
blanco y rosado con pasión de hogar.
Ya en la senectud que suavemente gimes,
donde entro despacio para rodar por ella,
recorro espacios de sonidos mudos,
y mi voz se pierde en tu corazón herido.
Invisibles puertas entreabiertas,
calor tibio de hogar no presente,
estancia triste que se rehúsa;
entidad que ahora resuena ausente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario