MERCEDES DUEÑAS

MERCEDES DUEÑAS BALLESTEROS: Alcalá de Henares, (Madrid) vive en Cáceres. Poeta del siglo XXI, (anti-poesía) recolectora de letras que vuelan en libertad para remover conciencias.

Delegada cultural del Liceo Poético Benidorm en Cáceres. Miembro Asociado de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional y de la Asociación Sierra Morena Poesía.

Colabora en revistas nacionales e internacionales tanto digitales como en papel; “Revista Azahar”. Poesía y homenajes (coordinados por Alfred Asis). “Necesarias Palabras” (Antología solidaria “Creciendo con Nepal”). (Antología Poética “Equilibrar los tiempos”). “El Quejío” Córdoba, en sus distintas ediciones. “Flores del Desierto” (Grito de mujer, M.P.I.) Córdoba, Madrid, Badajoz.

Han publicado alguno de sus poemas en revistas “Saigón”, “La Ballesta de Papel”, “Revista Alcántara”.

Participa y colabora en Encuentros, Antologías y Recitales en distintas ciudades de la geografía española; Poetas de Sierra Morena, Poetas en Red, Poetas de Ahora, etc.

Miembro REMES. Tiene publicado en solitario “Retratos en Sepia” (2018).

A ESTEBAN
Mi único Dios

Entre tú y yo.
Nunca necesitamos palabras,
florituras, ni ornamentos.

Es tu mirada libro abierto,
preludio de un alma
que vuela en libertad.

Noble, leal y verdadero.

Tu risa, música celestial,
regalo divino que surca los cielos.

Tu iris, espejo de luz.
La biblia y tus manos

son pétalos sagrados,

en tu nombre llevan
la esencia, flor y perfume
del amor eterno.

DEFENSORES DEL GURÚ

Los defensores del gurú

se ocultan tras su misoginia estatura

y publican su misandria planicie.

Gritan, esperando benevolencia,

e inventan banderas de colorines

con huevos fritos; ahorrándose las gallinas.

Títeres del postureo, vagos y filibusteros,

con cuerpos carente de cartílagos

y, membranas analógicas

aterrizan con la boca abierta

vendiendo miseria al mejor postor;

entre oración y oración,

se bañan en piscinas olímpicas

con agua mineral, y seguridad pública;

cierran sus parques acuáticos

con cerrojos incandescentes,

atacan, con etiquetas de la edad media

y flechas envenenadas

a todo aquel que en su puerta resbala.

Ninguno recuerda;

somos materia caduca

con denominación de origen

y fecha de caducidad.