“He escrito desde siempre poesía, de forma inconstante pero siempre con la necesidad de expresar mis emociones a través de mis palabras”.
Fui nacido en pretérito.
crecí y me crecieron en condicional
tejiendo la vida, destejiendo sueños
hasta llegar con tesón
a este incierto presente…
Ramón y Ángela se
conocieron en Salamanca allá por el año mil novecientos setenta y cuatro, en
mayo del año siguiente ya se habían dado el sí quiero.
Ambos formaban parte de familias humildes forjadas
en las áridas tierras de la meseta castellana.
Un dieciséis de abril de mil novecientos
setenta y seis, un viernes santo, llegué yo al mundo en un Madrid donde mis padres habían decidido comenzar su
nueva vida : “Yo nací un día/ que Dios había muerto/ en esta España mía/en un país
en blanco y negro”
Poco llegué a vivir
aquel Madrid pues a los cuatro años mi madre decidió mandarme al pueblo con mi
abuela y mi tía para que me cuidaran y trataran de hacerme comer pues al
parecer era una tarea épica, un día de tanta fiebre estuve a punto de no poder contarlo en este
momento.
Al año siguiente,
huyendo de la gran urbe, mis padres se reunieron conmigo en este pequeño pueblo
de Salamanca, llamado Buenamadre, donde crecí y comenzaron a cimentarse mis
primeros fundamentos vitales.
Yo era un niño
flacucho e inquieto con orejas grandes, expandiendo su memoria por aquel
pequeño pueblo, en una sociedad gris que iba cogiendo color poco a poco.
Seguí creciendo
mientras apagaba sueños que aún no existían, haciendo diabluras y amigos: “Aun me acuerdo de ese niño / corriendo tras
el balón / con su espada de madera/ en su mundo de ilusión/ creyéndose el amo
de la banda / y de Juliet su corazón”.
Siempre quise huir de aquella sociedad rancia,
de sus normas, me imaginaba en islas desiertas, en batallas gloriosas, robando
el corazón de ella…como en los relatos de aquellos libros que leía con
curiosidad avara.
Era un joven muy
tímido, aún lo sigo siendo, que huía de la vida y de las niñas que por aquellos
años ya comenzaban a darme gran tormento.
Fui un buen
estudiante pero no muy aplicado, lo suficiente para avanzar firmemente en los
estudios, mientras la vida se ponía seria y te lanzaba sus primeras dentelladas. Vida que siempre he afrontado con miles de
letras en forma de relatos, poesía…y que entre la obligación de respirar, estériles trabajos, desilusiones y otras
tantas alegrías, siempre han acompasado
mis tormentas con miles de alegrías… a lo largo y ancho de mis días.
POEMAS
Amor mitológico
Exhausto al desaliento
librando la batalla
de tu gélida mirada
frente a tu orilla
quemé mis naves.
Pagué ruinoso óbolo
por probar el
veneno
de tus inclementes
labios
que como ave fénix
cada madrugada
remuerden mi alma.
Mientras, sigo
vagando
eternamente, por
este río
humilde de
esperanza
alentándome con
recuerdos
cobarde por añorar
nuestra vida
dorada.
Desde
otra ventana
Cuando me derrota
nuestra existencia
pruebo a descubrirme
desde otros ojos
concibiendo el
mayor de los sonrojos
colmando de nervios
toda paciencia
Asumiendo el error
en mi conciencia
apuesto todo mi
pasado al rojo
tirando la llave,
echando el cerrojo
donando mis
miserias a la Ciencia
Insistiré hasta
rozar tu mirada
inquisitiva. Yo
torpe, tú ansiosa
por querer
destronar tu ancestral miedo
Piel con piel en
una noche añorada
de risas,
besos…Velada gloriosa
a la que en cada
sueño retrocedo
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