Dos líneas:
No
concibo la vida en prosa, es como hacer la realidad aún más cruda de lo que es.
La poesía ayuda a digerir lo amargo, que nos trae lo cotidiano, endulzándolo y
entresacando la belleza escondida de lo vivido en forma de versos.
Ha ejercido diversos y
dispares oficios. Apasionado del mar, sirvió en la Armada durante 32 años,
Graduado en Derecho y Master en Acceso a la Abogacía ejerciendo como abogado en
la Asesoría Jurídica Gadir Legal que fundó junto con su compañero Diego Moisés
Infante.
Es miembro del colectivo
literario Tertulia Puerta Abierta a la Imaginación de Par en Par. Colaborador
de las revistas Desde mi azotea y Pléyade.
Ha sido finalista en el
concurso internacional Constantí de relato corto (2020) por su obra La dama que
costó un reino.
Su poesía ha sido reunida por
Silva Editorial en dos libros: Del amor y otras desdichas (2019) y Abordaje a
la larga (2021). Guarda aún inéditas obras —narrativa, de carnaval y para
canción—mientras su producción poética sigue creciendo.
POEMAS
LA
SERPIENTE
No, no soy el escrupulillo que vibra
por dentro del cascabel de tu cola,
mientras que inyectas tu sutil veneno
no amenaces con mi mísero aviso.
Serpenteas entre nubes de nácar,
dormitas en la rama de una higuera
desde la que acechas el paso en falso.
Me declaro, a tu paciencia, devoto.
Viperina olfateas mi morada
silenciosa reptas por cada línea
del libro abierto sobre la mesilla,
me devuelves una lectura falsa.
Gozas de las sombras en las esquinas
simulas tonos nuevos, brillos nuevos
al mudar de nuevo tu fina piel,
y sin embargo eres la misma sierpe.
Las toxinas de tu mordida fluyen,
a borbotones llenan mis arterias,
nutren mi mente de falsos fantasmas,
insuflan en mis entrañas rencores.
De la selva virgen y espesa del tálamo
te marchas dejando esculpida tu huella,
abandonando el cadáver de mi amor
como olvidaste la piel mudada y muerta.
Ella
descubre como se desmorona
la
gota que orada y diluye
como
un karst su certidumbre.
Asegura
su paz entre las tinieblas,
se
imagina agitando la colmena y huye.
Ella
descubre como se desmorona
Lee
mentes y mienta cuervos,
sus nuevas
historias construye
como
un karst su certidumbre.
Porque
solo una cuestión sacia su pena,
planea
en la boca que del beso fluye,
ella
descubre como se desmorona.
Tiene
certezas, sufre dudas,
sienta
cátedra si concluye
como
un karst su certidumbre.
Él,
como el pensador de Rodin, espera.
En la
esperanza pervive el triunfo, intuye.
Ella
descubre como se desmorona
como
un karst su certidumbre.
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