Nació en Medina Sidonia un 30 de abril de 1940. Terminada la Guerra Civil Española y empezando la Segunda Guerra Mundial, así que su futuro inmediato se le presentaba muy negro, como así fue.
Los diez primeros años de su vida fueron de drama, pero de películas italianas de Vittorio de Sica. De diez a veinte años cambió su vida, en ese tiempo estuvo de aprendiz en varios talleres de Cádiz y combinando sus estudios en clases nocturnas. A los 15 años consiguió un trabajo fijo en una empresa municipal, el futuro empezaba a ser esperanzador. En los siguientes veinte años hubo una gran estabilidad en su vida, se casó, tuvo tres hijos los cuales todos han ido a la universidad para satisfacción suya, le han dado tres nietos maravillosos.
Se jubiló a los 65 años en el 2003 con cuarenta y nueve años de antigüedad. Siempre ha tenido inquietud por la lectura pero por su trabajo y sumándoles multitudes de pluriempleo no lo ha podido hacer, por lo que en estos últimos 16 años se ha leído 167 libros, el 90% de temas económicos y le ha dado satisfacción a esa inquietud que siempre ha tenido.
LA MALETA VIAJERA
Tengo una maleta de cartón
con sus asa y cerradura niqueladas
las ocho esquinas forradas de latón
como si estuvieran plateadas.
No tiene pegatinas adosadas
no hay ninguna de Roma,
París, Londres o Fuenlabrada
su color es un verde ramas.
Cuatro soldados la utilizaron
en distintos destacamentos militar,
uno viajó a Cerro Muriano
y otro a Ceuta, cerca de Gibraltar.
El tercero la llevó a Melilla
el cuarto al Castillo de San Sebastián,
en su interior se encuentran cuatro cartillas,
y cuatro hojas de servicios ejemplar.
Cuando la abro y la cierro
parece que me quiere hablar,
escucho como un susurro
que su recuerdo quisiera contar…
Esta maleta no transporta valores
cómo plata oro o porcelanas
solo camisetas y calzoncillos con olores
porque el agua la racionaban.
LA REALIDAD
Santa María del Mar
Mientras paseaba por el
paseo de Santa María del mar,
contemplando el horizonte no
me daba cuenta de la realidad.
Que en mi presencia tenía
el cuadro más precioso y singular,
que ningún pintor pudiera pintar
y que nadie podría pasar ninguna
tarde sin contemplar.
El sol bañándose en las olas
hasta la última que muere en la arena,
la media luna de roca queriéndolo abrazar
y el faro al fondo llorando de pena.
Esto no es ficción, esto es realidad
sus colores tan pronunciados
cambiando cada día de tonalidad
que te llena de gozo y alegría al contemplar.
Esta obra de la naturaleza
es única en el universo
mi amor por la belleza
me conmueve este verso.
Se transforma en magia la realidad
viendo el crepúsculo en
Santa María del Mar.
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