Úbeda. 1987
Poeta. Agricultor.
Soy, lo que viste adentro. La voz del silencio brotando por aliento.
Lo que el agua es para la tierra y la sangre para el cuerpo.
Nada más. Ni títulos ni medallas, ni edad ni sexo.
Tan solo el sentimiento que yace adentro, tal como el cielo que mira en su espejo.
Miles de alientos en un solo cuerpo.
Juro por las estelas de mis sueños
Haber vivido en un manantial de agua
En el barro impune de sus azules rostros
Caminando cielo por su mar y océano.
Juro bajo la sombra
La aparición de la luz
Bajo el suelo y fuego
El resurgir de sus cabellos.
Trigo dorado de Ceres
Entregas el fruto, el rocío
La escarcha y abundancia
En las noches sosegadas por olivos
Espiga que vuela y contempla
Das paso de amapolas y centauros
Entre miradas de cielo y campo
Escurridas como gotas por arroyos
A tu bello rostro Andalucía.
Juro por la tierra y sus venas
Derramar esta presencia en la esencia
De sus ríos, de su rostro, de sus tierras
En cada día y noche por su brava luna
Y luz de Andalucía.
Mientras el sol encienda las estrellas
Y los lunares bailen por su frente
Ser la miel de su colmena
La abeja y néctar de la primavera
Que entre tomillos, azahar y laureles
Tu dulce olor a primavera
Escurra por sus ríos y las pieles
De esta preciosa tierra, Andalucía.
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