Nació en Mengíbar (Jaén), aunque vive en San Fernando (Cádiz). Estudió Magisterio y después se licenció en Geografía e Historia. Parte de su obra literaria pertenece al género de literatura infantil, que ha sido un complemento a su labor docente. Escribe desde pequeño. La poesía es para él una manera de percibir el mundo y plasmarlo posteriormente a través del verso. Ha recibido numerosos premios literarios. Ha presentado un programa de radio y ha escrito poesía, relatos y artículos sobre literatura. Libros: “Las historias de Carmelo”, “Remansos en el tiempo”, “Coro angelical”, “la soledad del héroe",“Sueños infantiles”, “Las aventuras de Pulpi”, “Heridas”.
Primeros Premios:Vicente Mojica (Ateneo de Alicante), IV Centenario publicación del Quijote (Ateneo de Cádiz), El Olivo (Jaén), Ortiz del Barco (San Fernando), Clara Campoamor de relatos (San Fernando), I Premio de relatos villa de Carcabuey (Córdoba), Ateneo Blasco Ibáñez de relatos…
Ha escrito varias obras de teatro en verso, que han sido representadas: “El auto de la castañera”, “La Isla de la Libertad”, “Réquiem por Federico García Lorca”, y los monólogos “En vía muerta” y “Entre escobas y fregonas. Parte de estos libros pertenecen al género de literatura infantil, que ha sido un complemento a su labor docente.
SOMOS
Ramón Luque Sánchez
Somos verso, canción,
un blanco amanecer, lírica espera
de otro abrazo, otro sol, una ilusión
y un estallido ronco de quimeras.
Somos palabra triste,
un ocaso muy lento, atravesado
por la sombra de un pájaro veloz,
el susurro del viento y un fracaso.
Somos vaivén de dudas,
los pasos delirantes de un cometa,
la canción que nos hiere en una radio,
la llamada importante que no llega.
Somos una olla hirviendo.
un delfín encallado en una playa
sin lágrimas, cansado y solitario,
y una casa en ruinas, sin ventanas.
Somos un libro viejo,
malquerido, sin pastas ni lector,
una tarde de junio entre trigales,
un rosario sin alma y una flor.
Y somos desmemoria,
un ángel diletante que suplica
unas alas, algún cuerpo, otro dios
y un beso palpitante. Somos vida.
EL PERRO TIENE LUZ Y TIENE VOZ
El perro tiene luz y tiene voz,
es noble como un santo, su mirada
enamora y reluce, nos traspasa
la piel de la ternura su valor.
Le gusta que lo mimen, tiene un sol
en el centro del ser, lo salvaguarda
de codicias y falsas esperanzas,
en el querer al hombre es veloz.
Es abierto y sincero, es un amigo
que nos salva del tedio y los enojos,
es en la casa fiesta y es guardián.
Es un fiel servidor, inquieto y vivo,
no sabe de traiciones ni abandonos
y es noble compañero y es leal.
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