Soy orihunda de Arahal, un pueblo rico en la
producción de aceitunas, provincia de Sevilla. Crecí deseando trascender las
fronteras del pueblo, por eso, en cuanto que tuve uso de razón me convertí en
ciudadana del mundo, y así es como me siento ahora porque esa condición la adquirí para toda mi vida.
Desde
pequeña me gustaba fantasear, hilar sueños sin palabras, y eso se convirtió en
un rasgo de mi personalidad. Soñando soñé qué y cómo quería ser de mayor: una
poeta que cantara libremente sus sueños, y de ahí nacen los cuadernos de poesía
que he escrito a lo largo de unas cuantas décadas. Están hechos con un lenguaje
sencillo directo al corazón. Además de escribir poesía disfruto escribiendo
relatos, y hasta me he atrevido con alguna que otra novela. Todo anónimo.
Escribo para mí y para mi pequeño y cercano círculo de
amistades, y toda mi producción
literaria no ha trascendido ese círculo, no sé si porque soy una persona celosa
de mi intimidad o por pereza para sacarlo a la luz más allá de un entorno de
confianza. Quizá también por miedo a la crítica, ¡quién sabe!
Para
mí escribir es una necesidad y una liberación. Para sobrevivir dignamente
trabajo como orientadora en un centro de enseñanza secundaria en Alcalá de
Guadaíra.
Poesías
del poemario 2013: “La mirada de la luna”
XI
¡Cuántos años noqueándome
arrastrándome como al viento
ninguneando mis deseos
esparciendo sus cenizas por un universo
muerto!
¡Cuántos años de no querer queriendo
de
trepar con maestría
por el hilo invisible
sostenido solo por mis sueños!
¡Cuántos años de caricias sin caricias,
de deseo sin dueño,
de fantasías quebradas y anhelos
perdidos
en un inmenso desierto!
¡Cuánta vida sin vida
de agonías sin infiernos,
solo palabras y palabras flotando
en mi vacío incierto!
¡Cuánto amor sin amar,
duelos de ilusiones, ternuras,
goces y más goces
hundidos ya en barro, desnudos y
gélidos!
XXIV
Como
cuando era una niña
y jugaba al
escondite,
hoy, rodeada
de gente,
he jugado sóla
a esconderme
de ti…
A esconderme
de ti.
A esconderme
del ardiente
y doloroso
deseo de correr
hacia ti para abrazarte,
para
acariciarte,
para besarte…
Escondida de
ti,
anhelaba que
me reconocieras
en tu ausente
mirada,
que se posaba
en mí sin verme,
sin imaginarme
ni soñarme siquiera.
Escondida de
ti,
perdida en ti,
perdida en ese que eras tú,
soñaba el sueño de no verte,
que no me vieras sin verme,
dejar de soñar...
Escondida en ti,
escondida en
mí,
deseaba amor dejar, por
fin, de verte
y acabar la agonía de tu mirada sin verme.
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