Cofundador y miembro del “ATENEO LIBRE DE
MANILVA” .Como autor de relatos cortos y poesía: he ganado varios premios.
Colaborador en las revistas poéticas: Agua
Marina, Clarín, Dos Orillas, La Palma, Utopía de las artes, etc. En marzo de
2014, la Editorial United pc, publicó mi primera novela en dos volúmenes con el
título “LA REPUBLICANA”. En diciembre de 2015, Verso libre editó un poemario de
mi autoría con el título “DERECHOS Y TORCIDOS”, y en 2017, el Ateneo de
Algeciras, publicó el poemario de mi autoría; ganador del certamen JOSÉ LUÍS
CANO, con el título. “GRITO DE HOMBRE”. En el 2018. La Editorial Atlantis
publicó mi segunda novela “LA VIDA GOLFA DE CARLOS”.
En 2022 la editorial ImagenTa, ha publicado
“EL RETRATO DE LA BESTIA”, un poemario de mi autoría y de Juan Emilio Ríos
Vera, presidente del ateneo de Algeciras y miembro cofundador del Ateneo de
Manilva.
AUSENCIA
Cuánto cuesta llevar la soledad, tu ausencia
se palpa
en todas partes y el olor de tu cuerpo en la
almohada
me conduce a sueños que no fueron.
Te perdono el error que has cometido si
vuelves a mi lado,
Pues, para mí, tú no te has ido y quisiera
volver a aquel
encuentro de promesas de amor de enamorado.
Hoy por fin he sabido dónde estás y, ésta
carta te escribo
que no sé si leerás.
Madre ausente que no añora los besos de ese
hijo,
Aunque el hijo no existiera jamás.
No puedo dormir pensando, que otros brazos te
aprisionan,
y te susurra palabras que van calmando la
pasión que tú atesoras.
No puedo dormir, no puedo, en éste lecho
vacío,
mi alma se desespera y muriendo estoy de
hastío.
¿Qué puedo hacer?, me pregunto, para conseguir
tu amor, sabiendo que tú desprecias todo sexo
de varón.
Cuantas veces me he reído de aquellos
enamorados,
que pensaba que de ese mal, me encontraba
inmunizado.
¿No ves que por ti me muero? ¿No ves que
tiemblo
a tu lado?, que hablo y hablo sin parar, para
así disimularlo.
Entre la vida y la muerte estoy viviendo sin
ti,
entre la vida y la muerte, viviendo en un sin
vivir.
Pero otra vez te marchaste y tampoco pasó
nada,
otro año sin tu amor abrazado a la almohada,
reprochándole en voz alta su cobardía a mi
alma,
pues, nunca fue valiente; siempre prefirió la
calma.
Los años no se detienen, envejecen nuestras
almas,
nuestros cuerpos se envilecen con arrugas en
la cara,
sin que nunca entre nosotros, haya sucedido
nada,
aunque los dos deseemos bañarnos en sábanas
blancas.
Cuantos deseos sin cumplir, cuantas lascivas
miradas
todos los años lo mismo y te has vuelto a ir
sin mí.
Yo me quedo suspirando, me quedo, pero si ti.
Pensando, el año que viene me tengo que decidir,
la rodearé con mis brazos hasta hacerla sentir
todo
eso que se siente cuando el tiempo se detiene,
y las miradas se cruzan, y los labios se
acarician mientras
los cuerpos se funden en un abrazo sin fin;
qué nuestros
labios se junten con besos interminables,
tiernos,
de suaves caricias, y luego entrar con donaire
el uno
dentro del otro, si es que el otro abre sus
fauces,
las fauces de ese dragón que fuego lleva en su
sangre,
en el calor de estos años esperando que esto
pase.
¿Pero ocurrirá algún día o seguiremos
cobardes,
esperando que sea el otro el primero en
entregarse?
¡Qué poco valor le damos a este deseo tan
grande!
Éste amor tan incumplido, se merecen los
cobardes
que prefieren lo seguro, al brillo incierto
del jade.
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