sábado, 21 de octubre de 2023

TERESA FLORO

 


Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla y especializada en Marketing.

Actualmente se dedica a la Comunicación y Marketing Digital y está inmersa en proyectos de ámbito nacional.

Ha publicado relatos cortos en prensa escrita (Diario de Málaga) y realizado exposiciones de poesía visual (Los Barrios -Cádiz- y Facultad de Ciencias de la Información en Sevilla), así como recitales poéticos en las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga.

Ganadora del concurso local Premio joven de Estepona y del certamen nacional Félix Rodríguez de la Fuente, en la modalidad de poesía.

Premio Ateneo de Manilva 2022 por la difusión de la cultura.

Obtuvo reconocimiento de crítica teatral en la organización de la XII Edición del Festival Iberoamericano de Teatro, celebrada en Cádiz, cuando trabajaba en el periódico Cádiz Información.

Ha publicado el poemario “Secretos empolvados”. 

Ha participado en las antologías poéticas Raíz del Verso - I Antología de poetas manilveños y IX Poetas de Ahora de Algeciras 2022.

Ha colaborado con la Cadena Ser Costa del Sol en la “Firma de verano” con la elaboración y locución de textos literarios en agosto de 2023. 

Miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.

El entusiasmo y la ilusión de compartir un mundo interior a veces convulso, otras intenso y no menos peculiar se pone de manifiesto en estos textos literarios, un híbrido de relato breve en la manifestación del contenido y el verso como expresión del continente, que emerge del corazón y que tiene una profunda razón de ser para salir a la luz.

La cruda realidad como punto de partida que da pie a la inspiración, a que la imaginación encuentre refugio primero en la mente y después emprenda el viaje hasta el corazón y las entrañas, donde lo cotidiano se diluye para rendirse a una especie de transformación poética.   



La timidez de una mirada inocente 


Juego a buscarte con ojos inocentes, 

a alcanzar tu cara.

Te pinto en el aire con caricias invisibles

y curiosidad de adolescente.


Muevo los labios con disimulo

para lanzarte un gesto en silencio

con un ligero soplo

por encima de las yemas de mis dedos.


Me conmueve imaginar

que podrías sentir mi travesura 

al otro lado de la sala. 


El corazón chapotea 

para salpicarte aventura,

aunque procuraré que no te caiga 

ni una sola gota de agua. 


Los grandes poetas nos rodean 

y comparten con nosotros 

sus bellos versos de amor.


Y en dicho contexto soy feliz 

porque me abraza el mundo

cuando se detiene,

en el instante

en el que tu mirada 

coincide con la mía 

de forma casual.





Obsesión  


Despido destellos involuntarios 

de estrellas ardientes, brillantes y fugaces 

cuanto te siento arraigado en mi mente.


Eres inmune a mi férrea voluntad 

de aplicarte el contacto cero.

Te has instalado en mi cerebro 

con la misma obsesión 

que la codicia de una esmeralda 

colgada en el cuello.  


Aunque transcurran las horas, 

los días y los años, 

y me esfuerce en distraerme con otras historias, 

tu timbaleo sigue tronando.  


El esfuerzo premeditado 

de echarte a la pérdida del recuerdo,

al destierro del olvido 

me supone un trabajo improductivo. 


Me parece 

el infierno descomunal 

el deseo de besarte

en la profundidad del universo.


La motivación de buscarte prevalece, 

aun a riesgo de que el sigiloso e infinito vacío del cielo 

seas tú,  

y me acabes engullendo.  

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