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sábado, 18 de octubre de 2025

JOSÉ CARLOS VALVERDE SÁNCHEZ

 

Nacido en Morón de la Frontera (Sevilla), su formación ha estado siempre vinculada a la literatura y la filosofía. Formó parte de la X promoción del Máster en Escritura Creativa del Centro Cultural Hotel Kafka (Madrid). Fue columnista en Morón Información y Cadena SER Morón, y colaboró a nivel nacional con Disidencias y La Tribuna de España.

Actualmente dirige el pódcast Café Liberal, un espacio cultural centrado en la actualidad, el arte y la filosofía.

Ha participado en diversas antologías de cuentos, relatos y poesía. Publicó Jirones de un Relato (2013), La oscura alternativa (2016), un thriller con trasfondo filosófico, y Nostalgia: 22 poemas de abril (2018), un poemario en prosa poética.

En teatro, coescribió La tragicomedia del Gallo de Morón (2016).

Su obra más reciente es Desafío (2025), una reflexión literaria sobre la vida, el dolor y la belleza de lo humano.


Mi historia de amor perfecta

Al final siempre esperabas tú. Tu cariño inocente. El pulso al tra­bajo, mi paz interior. Acompañarte es ver la luz, el día soleado, la lluvia caer abrazados o comer chocolate en la tarde… Sentir tu mano pequeña y mis pasos más lentos. Repasar nuestras fotos, guardar tus zapatos que encogen, recoger tus juguetes contigo… mirando a lo lejos.

Echarte de menos es mi semana más larga, mi soledad más gigante. Una sombra, una amiga en la ausencia. Es querer espe­rarte al salir de la escuela y verte al final de la calle correr con tus brazos abiertos.

Es aceptar la sentencia moral porque he llegado más tarde. Es hacer las guardias nocturnas, centinela del miedo, y ver somno­liento cómo respiras.

Tú, mejor hija que yo padre aprendiz. Es escuchar un «¿puedo dormir contigo esta noche?». Es mi sí de respuesta inmortal. Son tus bailes nocturnos y mi cama sin sábana.

Tú, mis miedos en tu rostro. Mi deseo de futuro en tu nom­bre. Tus pies diminutos, mi botella de agua sin agua. La cisterna negada. El «no quiero bañarme». El cepillo de dientes perdido… O «un poco más tarde, papá». Tu eterno «no» en mis consultas… Los enfados fugaces y la sonrisa traviesa.

De aquellas ruinas, tú mi tesoro. Alma de mis huesos vacíos. Razón de un mañana. Ni siquiera me sacia decir «te quiero». Tú, mi última frase, mi única fe.

Mi oración más sagrada.

Al final siempre esperabas tú, hija mía, mi historia de amor perfecta…


Sus ojos

Era mi historia. Estaba mirándome, y yo a ella también. Sé que existen miradas con trazos de amor y otras con trazos de amor vuelto. Aún no puedo afirmar con exactitud hacia qué lado cayó la suya. Tampoco me interesaba, ni me interesa.

Yo vivía en torno a mis escándalos nocturnos y ofrecía mi peor parte, aunque respiraba. Después de todo, respirar es una buena costumbre que estimo, y cuando uno la olvida, o deja de hacerlo, queda en cero. Qué miedo…

Sus ojos son salud; si ella te mira, vives. Eso es todo. Agra­dezco ese tipo de miradas como autodefensa emocional en un momento de guerra. Era importante dejar de ser nadie. Ser nadie es bastante menos que ser poco.

Reconozco que, cuando vuelvo a estar, triste pienso en sus ojos. La tristeza me sigue asustando, sé que no es buena com­pañera de ilusiones, tampoco la alegría, pero la tristeza siempre marca sus huellas. Es un hábito idiota, pero mío. Cada uno tiene su costumbre y muere con ella, ya sea en la gloria o en el desastre.

Nunca quise conocer más sobre aquellos ojos ni ocurrió nada, pero de la nada a la nada pasó una historia: la mía.

Estaba mirándome, y yo a ella también. Fue una mirada que seguramente me inventé yo. Más tarde pude averiguar que su corazón ocultaba otros besos. Pero eso a mí no me importaba. Yo había vuelto a creer y sus ojos me habían regalado esta historia.

Mi historia…

BELLA ORIA


Bella Oria (Lepe, Huelva, 1996) es licenciada en Periodismo y Relaciones Internacionales y tiene un máster en Dirección de Relaciones Públicas y Agencias de Comunicación.


En la actualidad se dedica al sector de la publicidad, sin descuidar su pasión por las letras. Es autora de dos poemarios publicados por Valparaíso Ediciones, el primero se titula “Todo cuando me inspira(s)”, publicado en noviembre de 2020, y el segundo “Días en tránsito”, publicado en abril de 2023. 


Gracias a la poesía ha firmado ejemplares en la Feria del Libro de Madrid, Sevilla, Granada y Huelva. También ha participado en varios encuentros de Poetas de Ahora y en algunos certámenes literarios en Andalucía.


Visitas inoportunas


Inunda la luz los rincones de esta buhardilla

y tu recuerdo se cuela con ella,

haciéndote llegar a este espacio

que con la mente visitaste

y nunca con el cuerpo.

Tu carne anhela ese momento que no se dio,

igual o tanto como yo.


No puede darse y me castigo

mientras sigue entrando un rayo tímido

acompañándote y dándote entrada.

A mi vida no vuelves,

pero sí a mi recuerdo y a mi casa.


El espacio-tiempo


El espacio que te regalé te lo di solo a ti,

para que descubrieras qué era

lo que tenías dentro

y lo que te invitaba a ser

mirando la vida de esa forma tan auténtica.


El espacio que cedí,

que no quise ocupar con insistencias

ni palabras de más,

te lo di solo a ti.

¿Qué hiciste con él?

Lo has llenado de ti con alguien

que no soy yo.


Y no me duele el rechazo,

me duele la distancia que creamos

y que aprovecharas mi desatención

para hacer del espacio que te di

el hogar con otra persona…


Ese espacio ya no me pertenece,

se hizo abismal.


Y ahora me falta

el trozo que desechaste.



viernes, 17 de octubre de 2025

FERNANDO ELIZONDO DE MONTERREY


Nació en Monterrey, México en 1954. Escritor, académico y editor mexicano. Ha laborado más de 50 años como maestro de ingeniería en la UANL, recibiendo el nombramiento de Profesor Emérito en 2006. Obtuvo el Premio UANL a las Artes 2024 en el área de Literatura.

Autor de cuentos y poesía. Ha sido antologado en más de 14 libros, ha participado en más de 25 eventos literarios nacionales e internacionales en México, Chile, Cuba, Ecuador, Estados Unidos y España. Ha colaborado en revistas científicas y literarias. Ha sido traducido al inglés, italiano, francés y portugués.

Ha publicado los libros: “Historias Megicanas” (cuentos) 1998; “El Metodicón: El libro de los métodos de escritura” (cuentos) 2006; “Son de sin ton ni son” (cuentos) 2013; “El libro de la musa” (poesía) 2014; “Vitapista” (aforismos) 2017; “Cuclillo” (novela) 2021, Sueños necios (aforismos) 2023; “Haikus marinos”, 2024 y “Muchos Besos” (aforismos), 2025.



NO ME TOMAS FOTOS NI ME ESCRIBES POEMAS  

Respuesta a una musa recriminadora 


Por una musa 

se hace todo 

el ridículo necesario

F.J.E.G.


Ponerte en palabras a ti

es, además de suicida, necio.


Es como querer vivir 

nuestro tiempo en reversa

grabarlo en un archivo de audio

y luego reproducirlo en zigzag.


O como a un día perfecto,

con cielo azul intenso y límpido,

tomarle una foto y escanearla

para imprimirla en tonos de grises.


Eso sólo produciría

voces ininteligibles y

un cielo gris monótono.


Tu, lo excelso, 

no debe tratarse de describir 

pues sólo se obtendría

tu belleza aplastada en un papel

tu armonía hecha ruido

tu grandiosidad desvalorada

tu inteligencia en pausa

tu sensualidad congelada

o sea, lo bueno de la vida 

desperdiciado.


Es por eso que,

aunque con el tiempo en contra,

prefiero ser tu compañero

y al vivir contigo, sentir cada día

la certeza de que la vida

no sólo vale la pena

sino que contigo es mejor.





MIÉNTEME


Y que pasa

Si te cuento una mentira


Si te abro el corazón

Contándote lo que quieres


Mostrándome arregladito

No como realmente soy


Mandándote por internet

Mi foto photoshopeada


¿Qué no es ese flashazo lúdico,

el sexo, la finalidad?


¿Una realidad mejorada que 

se enfase con nuestros sueños?


Quiero darte un instante liberador

En esta nuestra vida indeseada.

BELÉN PERALTA




Soy Belén Peralta, escritora y correctora de textos nacida en Cádiz (1966). Mi vida gira desde muy joven en torno a la literatura y la cultura, con una profunda pasión por la escritura, sobre todo narrativa, aunque también escribo poesía. Tengo dos preciosos hijos, Javier y Laura.

He publicado seis libros (novela, ensayo y poesía) con editoriales tradicionales y he participado en diversas antologías y revistas digitales y físicas. Cuento con más de 30 años de experiencia en corrección, y me gusta defender la importancia de esta labor frente a la que pueda proporcionar la inteligencia artificial.

Actualmente trabajo en mi tercera novela, mientras imparto talleres de escritura creativa y estudio Historia del Arte (UNED). He escrito textos por encargo, prólogos, participo en eventos culturales y administro grupos de cultura en redes sociales. Me entusiasman las nuevas tecnologías y el cine, sobre todo el clásico.




ESCENA DE PLAYA (UN HOMBRE ENAMORADO)

 

Se ciñe el aire de levante a tu cintura. 

Juega con ella y te hace cosquillas,

imprevisible, pícaro, travieso,

como cuando la espuma del mar

se debate si colarse o no entre tus muslos.

No quiere que su salinidad se mezcle con la tuya.

Y mientras tanto, te observo y sonrío, 

sentado en la orilla se desliza la arena en mi mano, 

y esos dedos, trasuntos por un momento

de coloridos toboganes infantiles,

sueñan con volverse adultos para que, 

imprevisibles, pícaros y traviesos 

como el viento de levante, 

jueguen a ceñirse a tu cintura. 



SABERTE MÍO

El inconfundible y esperado alivio 

de saberte mío por un instante,
aunque solo sea ese tiempo efímero,
lo compararía una y cien veces con
una gota minúscula en el mar de marejada,
el soplo liviano del levante calmo que se alborota,
la cremallera bajada con precipitación,
la vaharada imprevista del horno abierto,
el tacto sedoso del queso en el paladar,
el regusto a viña de un buen rioja en la boca,
el escalofrío gozoso del reencuentro,
el pezón que se eriza con gélidas aguas.
Si no te supiera mío por un instante,
si me invadiera el desencanto
de no poder disfrutarte a mi lado,
sentiría que aquel cálido levante
se volvió sin más un viento helado.


jueves, 16 de octubre de 2025

CARMEN NAVARRETE BARRENA


M Carmen Navarrete Barrena, isleña de nacimiento. Mujer sencilla, humilde y humana, amiga de mis amigos. No me gustan las guerras ni la desigualdad.

Amante de la naturaleza y los derechos humanos.

Mi ilusión es formar parte de este mundo disparatado de las letras, siempre, desde la conciencia y respeto hacia los demás. Me gusta luchar por aquello que me hace feliz, y el amor por las letras es algo que llevo en la sangre. Sobre todo, la poesía,  me apasiona escribir ya sea para adultos o para los más  pequeños. Después de tantas noches enteras sin dormir, parece que veo luz a lo largo del camino.

Cuatro libros publicados, varios premios y distintas publicaciones en revistas, hacen que todo este esfuerzo haya merecido la pena a lo largo del tiempo.

Doy gracias a las personas que se han cruzado en mi camino y me han tendido la mano de forma desinteresada desde el cariño.


BAJO ESTA LUNA DONDE YO RESPIRO


Bajo esta luna donde yo respiro 

hay un caudal de flores amarillas.

¡Qué dulces y radiantes, qué sencillas

y abiertas al amor cuando las miro!


Abro mis ojos bajo un alma llena

por un soplo de paz  limpia y jugosa.

De la sombra a la luz la más hermosa,

vestida de color tan viva y plena.


¡Qué libertad de cuerpos junto al mío!

¡Oh, qué sentir descalza por la tierra!

¡Y qué silencio donde yo procuro,

buscar un nuevo mundo en el vacío

ante tanta belleza la que encierra, 

ese beso jovial, brillante y puro!


VIVO, SUEÑO, RESPIRO


Vivo, sueño, respiro

ese lento perfume de las flores

que lamen sin descanso 

los surcos de la tierra.

En un sólo minuto,

el mundo se ha volcado ante mis ojos

y todos los colores van paseándose libres

ligeros sobre el aire,

en ese andar eterno y cotidiano.

Una vez más, dormita en el paisaje la pureza

y, al mismo tiempo, irrumpe misterioso

el latido de un ave 

al arrullo del agua que palpita.

Más allá, una canción se esparce en el camino, 

mientras que un alma va meciéndose muda,

bajo el temblor despierto de las hojas. 

JUAN EMILIO RÍOS VERA


Juan Emilio Ríos Vera nació en Algeciras en 1966.

Licenciado en Filología Hispánica. Presidente del Ateneo “José Román” de Algeciras y de la Sección VI del Instituto de Estudios Campogibraltareños. Presidente de la Agrupación Poética “José Luis Cano”.

Socio del Ateneo Republicano “Blasco Ibáñez” de Valencia y de la Asociación de Poetas pro Derechos Humanos. Premio "Aljabibe" de Poesía en 2012. Escudo de Oro de la Unión Nacional de Escritores (2014), medalla de san Isidoro de Sevilla de la UNEE (2018), insignia de oro de la ciudad de Algeciras.

Poeta, narrador, articulista y novelista.


DIBUJANDO CON VERSOS VISIONARIOS

                       A Guillaume Apollinaire

¿Para qué querías, oh tú, egregio poeta

que le regalaste al surrealismo

su sonoro nombre, 

llevarte, presuntamente, a casa

la risa de la Gioconda?

¿O acaso fue Picasso?

¿Por qué anhelabas, con picardía,

pellizcar los pezones

como riscos del adivino ciego

Tiresias, transmutado en mujer

por tu mente audaz y trasgresora?

¿Por qué diste rienda suelta a todo 

ese bestiario desaforado de criaturas

en las calles de tu sangre?

¿Por qué dibujar con versos

en el cuaderno improvisado de dibujo

de tus poemas? ¿Por qué te dedicaste

a dar clases particulares de sexo 

sin amor a jóvenes señoritas ansiosas

de aventuras precoces y procaces?

Porque fuiste el encantador en putrefacción 

que convertiste los versos, negro

sobre blanco, en serpientes

y te bebiste todos los alcoholes

de la destilería. Y es que,  

todos los locos y los poetas

necesitan imperiosamente libertad.



El ACTO POÉTICO

                                             a Marinetti


Como el verso de la cuaderna vía,

como la mayor biblioteca de los tiempos

antiguos, fuiste alejandrino, caro poeta.

Utópico y simbolista desde la infancia

y fundador de revistas juveniles

cuando te llamabas Héspero,

no supieron entenderte los jesuitas 

cuando, con un libro de Zola en el regazo,

te sorprendieron dentro del libro

y a años luz de la clase de religión.

Ya fuera de aquel entorno opresor,

te jactabas de leer a Mallarmé y a D`annunzio

y de crear las noches futuristas donde

se abominaba del pasado y del presente

como quien se quita una camisa usada.

Quisiste, luego, prender fuego a los museos

y arrasar los archivos donde solo habían

palabras viejas y hechos olvidados,

para que se construyeran, en su lugar,

circuitos automovilísticos y rascacielos.

Para tus ojos visionarios era más hermoso

un bólido de carreras que la Victoria de

Samotracia y un robot más perfecto

que un hombre sin ideales.

Renaciste de una vida antigua 

en aquel accidente de tráfico que mató 

a tu yo obsoleto y dio a luz a un nuevo hombre

que solo miraba, por desgracia, 

hacia adelante y a hacia la derecha extrema, 

donde mataban a la poesía y a sus practicantes.