Natural de Baños de la Encina
(Jaén) donde transcurre su infancia entre calles de piedra y el olor a
geranios y lilas de los patios de sus abuelas, lo recuerda como una lluvia
fresca que baña todos sus anhelos.
Siempre estuvo abrazada a la vida,
buscando ese mundo dónde los sueños pueden acortar distancias entre la realidad
imperfecta y la realidad imaginaria, allí se siente libre y fluye la música de
sus entretelas.
Siempre le gustó mantener un diálogo
interno en encontrar el sentido de la existencia y reconoce que el sentido de
la existencia siempre lo encontró en el amor y en la necesidad de llegar al
corazón de los demás y poder comunicarse con ellos.
Tiene publicados los libros Partos
de luz, Anida en mi ser y junto al poeta de Huelva Pedro Javier Martín
Pedrós Violines sin música. Está Incluida en antologías, diferentes
blogs y revistas literarias. Participa en
recitales a nivel provincial y en todo el territorio nacional, así como en
distintos proyectos solidarios.
Es coordinadora
del blog literario Siempre
Poesía.
Para Ana la
expresión SIEMPRE POESÍA es un llamamiento a estar siempre vivos,
a no quedarnos indiferentes ante la belleza que pasa delante nuestra, ante el
sufrimiento o ante los interrogantes en la búsqueda de nosotros mismos. Es un
llamamiento a abrir el corazón, a sentir ese relámpago que nos estremece. Por
eso cree que es necesaria compartirla y tenerla presente en nuestro día a día.
POEMAS
A PARTIR DE MAÑANA
A partir de mañana,
cuando lea las estrellas
que iluminan tus ojos,
sabré que el cielo existe
y las galaxias
bajarán como farolas
a alumbrar mis avenidas.
A partir de mañana,
haré un pacto con el sol.
Recibiré rayos perpendiculares
meteoritos en forma de sueños,
y el cráter de mi sombra
se llenará de astros con luz propia.
A partir de mañana,
en aquel espacio vacío
que queda en el universo,
seré un cuerpo celeste
o una simple cometa
con aspiraciones a satélite lunar.
COMO QUISIERA
Como quisiera,
ahora,
en este instante,
empaparme de lluvia
y endulzarme de mieles.
Que las olas azules,
me abrazaran fuerte,
transportándome,
al fondo submarino
de mi océano.
Escupir sin miedo,
los besos contaminados
de tristeza.
Como quisiera,
ahora,
desnudar el alma
y en el ropero
de los sueños,
colgar los remos de tu barca.
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