Nace en Cádiz en 1955 y está afincada en Granada desde hace
22 años. Ha sido docente durante 39 años. Introdujo la escritura creativa entre
su alumnado, fomentando la lectura y la escritura de textos literarios. Tiene
en su haber varios Premios Educativos. Colaboraciones con Letra Clara, Libro
abierto, revistas: Lumbre, Estación Poesía Azahar, etc. Ha sido antologada en
más de cuarenta Antologías. Ha publicado los poemarios Manto Del Alma
(ExLibric 2016), La Mirada Del Tiempo (Esdrújula Ed. 2019), El Cantar
De Las Caracolas (OléLibros 2020), Salitremente (OléLibros 2021) y
el Cuento infantil Unidos Para Subir A La Luna (Sonámbulos 2020).
Finalista del III Premio Nacional #LdeLírica, Ámbito Cultural de El corte
Inglés. Primer premio de Poesía de la Paz en el IX ENCUENTRO INTERNACIONAL DE
POETA, Quart de Poblet (Valencia), con la poesía “Las Grietas De La Paz”.
Pertenece a; A.C.E. (Asociación Colegial de Escritores,
sección Andalucía), Centro Andaluz de las Letras, CEDRO, Centro Artístico,
Literario y Científico de Granada, Verso Abierto, Poetas de AL-MAnsura, cREA,
PCSUR y Asociación de Mujeres Poetas GENIALOGÍAS.
Recientemente sigue promocionando
su obra poética, en abril 2023 ha publicado el que es su quinto poemario, Las
grietas de la luz (Baker Street).
INTERVALOS
Al tiempo que transita,
le ofrezco la mano,
me voy contigo,
no me aflige que encojas,
te vuelvas espiral
o que gires y gires
enroscando las sombras
jugando con la luz,
que hagas lazos al aire
guiarme a la niñez,
te enredes en mi pelo
me llueva juventud,
te estires como el chicle y
me lleves al futuro
dejándome borrosa
la mirada en la niebla,
jugando conmigo a esconder el final.
“Serás amor un largo adiós
que no se acaba”.
Pedro Salinas
MOMENTOS
Como la sal que inmediata
se diluye en la comida,
así tú te integraste
en los pliegues
de mi corazón,
en aquella plaza,
aquella tarde
en la que nuestras miradas
se clavaron, una en la otra.
sentí el tiempo detenerse,
cuando la luz de la tarde
transfiguró el color
de nuestros ojos,
en los tostados verdes
y dorados del oriosco,
nuestros oídos no oían nada
salvo el rumor del cercano mar,
nuestras bocas callaron
y nuestras manos se unieron
sin pensar…
nuestros amigos y
un aplauso, nos sacó de aquel trance
que no volvió
a repetirse.
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