jueves, 26 de septiembre de 2019

ANA GARCÍA BRIONES




Natural de Baños de la Encina (Jaén), donde transcurre su infancia entre calles de piedra y el olor a geranios y lilas de los patios de sus abuelas, lo recuerda como una lluvia fresca que baña todos sus anhelos. Actualmente reside en Linares (Jaén)

Tiene publicados los libros Partos de luz, Anida en mi ser y junto al poeta de Huelva Pedro Javier Martín Pedrós Violines sin música. Sus versos han sido incluidos en diferentes antologías, colabora en blogs y revistas literarias, así como en distintos proyectos solidarios. Es coordinadora del blog literario Siempre Poesía. (http://ana-siemprepoesia.blogspot.com.es/).

Para Ana la expresión SIEMPRE POESÍA es un llamamiento a estar siempre vivo, a no quedarnos indiferentes ante la belleza que pasa delante nuestra, ante el sufrimiento o ante los interrogantes en la búsqueda de nosotros mismos. Es un llamamiento a abrir el corazón, a sentir ese relámpago que nos estremece. Por eso cree que es necesaria compartirla y tenerla presente en nuestro día a día.


Dame tu voz

Ayer soñé contigo
y tu sonrisa era amplia
como las alas de un pájaro.
Tú creías que la vida
era otra cosa,
pero una nace a veces así, torpe
y todo cuanto toca
se va convirtiendo en cenizas.
A veces, es tarde para rectificar toda una vida
y no acostumbrarse a envejecer
detrás de los cristales.
Yo te dije que apenas ayer mismo,
eras una muchacha
con calcetines blancos
y hoy, te miras al espejo
encogida de hombros,
avanzando insegura entre las sombras.
Levanta tu mirada
y respira toda el agua del cielo,
recuerda siempre la primavera en las calles
el perfume de los besos, a cada paso.
No te quedes desnuda como el desierto.
Dame tu voz
que es mi propia voz,
el canto de un ave aturdida, cruzando el aire
consumida de sueños y tristeza.


Hablemos de esperanza

Aunque, a veces,
llegamos tarde a la ternura
y se disipan las luces del camino,
parece que lloviera en todas partes
y nadie hiciera el amor.

Yo quiero compartir contigo las heridas
que se esconden en los ojos,
que hablemos de esperanza, de belleza,
del amor que salva al mundo.

Aunque cada batalla fortalece,
las noticias inundan de miedo el almanaque,
y el futuro parece un camino sin sentido.

Yo quiero compartir contigo la risa,
permanecer viva
en esa chispa de locura necesaria,
porque no deben morir
nunca las estrellas.
Ni olvidarnos de soñar
nunca por nada.

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