Natural de Puerto Real, nací el 18 de noviembre de 1956. Trabajador en
activo. De formación autodidacta con influencia de todos los poetas y todas las
corrientes.
En 2008 coordiné el libro "102 Razones para recordar
Salvochea", edición autogestionaria. Cádiz.
En 2011 coordiné el poemario "65 Salvocheas" donde también
participé con un poema. Editado por QUORUM EDITORES. Cádiz.
En 2012 publiqué "POESÍA DE LA LUZ" Antología de 100 años
de poesía en Puerto Real. Editado por LA ISLA DE SILTOLÁ. Sevilla.
En 2012 participé con otros poetas en el poemario: MALAS COMPAÑÍAS Editado
por la Asociación Cultural La Media Luneta. Puerto Real.
En 2012 participé con otros poetas en POEMAS DEL AIRE. Editado por
Editorial Respira. Barcelona.
NO TODO ESTA PERDIDO
Nada está perdido si se
tiene el valor de proclamar
que todo está perdido.
que sean las balas las que
nos tiren a tierra,
ni el ruido, ni la
metralla.
No estamos heridos de
muerte,
sino asustados de muerte.
Proclaman continuamente
mientras a nuestro
alrededor la vida se está cayendo a trozos,
En el conformismo que
enfanga nuestras vidas,
subyace el sabor de la derrota.
porque empezamos a perder
que aceptamos las cosas
como son.
No todo está perdido,
tenemos nuestras manos
para describir la belleza,
nuestras bocas para
proclamarlas
y nuestros ojos para ver
que aún quedan restos de vida en el mundo,
Sueño con que sabremos
construir nuestra casa
y cuidar los unos de los
otros
Despojémonos de tanta ropa
y tanta espera.
y miremos de frente a las
cosas y a la vida,
como miran los niños,
hasta el día en que les
enseñamos a situarse en la mentira.
Que todos los espíritus
alimenten mi alma
y todos los vientos
traspasen mi casa.
El polvo que cubre mis
sandalias, viene de buscar la vida
porque no todo está
perdido.
porque podamos derribar
ese muro,
que no nos deja
vivir
y le da la espalda a la
flor que nos brota en el pecho.
De pronto, como si fuera
un milagro, un pájaro trina en la tarde.
MAPA DE LA DESESPERANZA
Nos controlan los señores
de la noche,
en los mismos lugares que
habitamos y mal vivimos.
Diseñan nuestras vidas y
nuestros ritos,
controlan nuestro trabajo,
y en el mal llamado tiempo
libre,
nos inclinan al consumo y
la sumisión
Nos engañan con
gigantescos centros comerciales,
espacios camuflados con
deseos artificiales,
para que les retorne el
dinero que con tanto esfuerzo ganamos.
Es difícil hacer otra cosa
que no sea comprar y mirar.
Nos hipnotizan las
pantallas donde el gran orador
predica su doctrina e
inculca sus valores.
Viajamos por autopistas
con únicas salidas,
para mantenernos andando
siempre por los mismos caminos.
Podríamos viajar países
enteros encerrados en nuestras jaulas de acero,
sin ver nada más que
asfalto y gasolineras.
Todo está cercado por
vallas y alambradas.
Todo es de una persona o
de una empresa.
Suplantan nuestras
emociones.
Nos hacen vivir con
horarios diseñados
para controlar nuestros
movimientos
de un lado a otro de la
ciudad.
Nuestras vidas están
regidas por ellos
y llegamos a olvidar que
el tiempo de nuestras vidas nos pertenece.
Nos encerramos en esas
pequeñas cajas con muros
que son nuestras casas
donde nos mantienen
aislados a unos de otros
atados con hilos
invisibles.
Necesitamos crear nuestros
propios caminos
para salir de la
desesperación y el vacío.
Estos parlamentarios son
señores de sus amos
y los académicos están en
el bingo de los concursos y premios.
Tendremos que buscar a los
héroes necesarios.
Alzar la mirada en el
amanecer,
oír el canto de un pájaro
ó la caída de la hoja.
salir de este
confinamiento y de esta soledad.
Recordar el tacto de la
hierba húmeda,
la arena caliente bajo
nuestros pies descalzos,
el olor del sauce,
el humo de la leña al
arder,
el destello de la luz de
las velas,
la emoción de la noche,
redescubrir nuestros
cuerpos.
Ver nuestro barrio desde
los tejados,
buscar esquinas en las que
nunca has estado.
Mientras tanto, sutiles luminosos nos advierten que los suburbios son los cementerios.
Mientras tanto, sutiles luminosos nos advierten que los suburbios son los cementerios.
Si bajas la cabeza, si te postras de rodillas una vez: ya no deajarán que te levantes.
ResponderEliminarSaludos desde el Bierzo
Oleeeeeeeeeeeeeeeeeeee
EliminarToda una gran verdad.
EliminarAquellos son los que luchaban por la igualdad y la eterna justicia, y aquellos son, como el que escribe estos versos hipócritas, aquel que abandona a su hija, al libre albedrío de la vida, y poco le importa si ella está bien o está regular, quién sabe y vive con la verdad, no está libre de pecado, pero si tendrá argumentos a la hora del juicio, que Dios nos ampare, tu hija, Laura
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