sábado, 6 de septiembre de 2014

ANTONIO MOLINA MEDINA

Antonio Molina Medina 


(1942 Romilla, pedanía de Chauchita, (Granada).

Hijo de Antonio Molina, natural de Romilla (Granada) y de Luisa Medina, natural de Algeciras (Cádiz).
En el año 1948 mis padres emigraron a la Ciudad de Orduña (Bizkaia), donde realice mis primeros estudios, que alternaba con mis viajes a Algeciras y Granada. Desde muy joven, compartí los estudios con el trabajo en el campo. La cultura que he podido acumular en mi vida ha sido a través de la lectura, clases particulares, academias y colándome en todo lo que olía a cultura y pueblo.

En tiempos de la dictadura fui uno de los fundadores del Grupo de Danzas ‘Agintzari’ de Basauri (Bizkaia), entregándome en cuerpo y alma a la cultura y la danza vasca.  Colaborador en periódicos y revistas con artículos de opinión y cartas al director. Fui presidente de la Asociación Cultural ‘Federico García Lorca’ de Basauri. Me introduje en el mundo de la literatura por medio de las tertulias literarias del “Café Boulevard” en Bilbao, de las que fui socio activo. He participado en tertulias en la radio y sigo participando. Colaborando en revistas y periódicos.

Miembro de la junta directiva del Centro Cultural de la Casa de Castilla y León, de Basauri y presidente y fundador de la Asociación ‘Victoriano Crémer’, con las tertulias literarias que se celebraban en dicho Centro. También uno de los fundadores de las tertulias literarias en el Centro Vallisoletano ‘Miguel Delibes’ de Baracaldo. Socio de ‘La Trocha’, Asociación para la defensa y estudio del Patrimonio Histórico – Natural Algecireño. Colaboro en recitales de poesía y escribo poemas para todo el que me lo ha pedido, así como alguna conferencia que otra.

Mi primer libro escrito y publicado fue “Un hombre del Cobre de Al -Yazirat Al-Jadra”, el segundo “Valderrubio ¿El pueblo olvidado de Lorca?”, el tercero Los Ángeles están en Orduña, el cuarto, “El Cobre. Su Historia, su riqueza y sus Personajes”, junto a un poemario dedicado a estos personajes y su entorno titulado “Poemas sobre El Cobre (Algeciras): Su Historia, sus gentes y mis recuerdos”. Valderrubio ¿El pueblo olvidado ce Lorca?, quinto, Poemas sobre El Cobre.

Compartido con Daniela:
Sexto, Tándem, séptimo, Gobada, octavo, Lucía la Estrella, noveno, Poesía en lata, decimo, Granada y el once: 50 Granos de arena.
Tengo el atrevimiento de dar conferencias sobre la vida y obra de Federico García Lorca…, Su huerta y exposiciones sobre su obra literaria con más de 130 libros y visual. Y otros…
Antonio Molina Medina


POEMAS


SOMBRA
No la veía y su corazón con ansia presentía
los latidos de su cielo en el destierro.
Era ya viejo y su piel se adormecía.
En su cuerpo se mezclaban
la alegría y sufrimiento,
mientras la sal recorría sus mejillas
rompiendo su entidad, su desconsuelo.
Eras la luz que se filtró en su alma.

Confiaba en el culmen su divinidad
donde su aliento pertrecho de vida
se acomodaba dentro de su cuerpo.
El amor se precipitó dentro de él
mágico y fiero…
Mendigó entre sus mandíbulas el espacio.
La niñez se escurrió por su ventana
precipitándose como añosas bocanadas.

La sangre fluye y voltea buena nueva
y su corazón se deja atrapar con ella.
Cuando la escarcha resbala por pestañas
un amor provoca su locura, que contiene
plácidamente su enjuta figura y aún viva,
alumbrada por la vela donde oscurecía.

El golpe de agua que genera su escarcha
provoca insistentemente, vías de agua
abriendo vías nuevas en su corazón;
grietas que se enquistan en su cuerpo y
se aceleran dentro de sus venas.

Las moscas instalan sus larvas para
quemar su cuerpo cuyo fulgor abrasa.
Y los sentimientos se complacen
con versos, que le abren el camino para
llegar a ella.

Mudos los ojos quedan tras
la vitrina encanecida del tiempo.


LA CASA DE LOS SUEÑOS
 Acudí a su estancia a abrigarme.
 Sus paredes lucían añejos recuerdos
 dónde voces sosegadas y pertrechas de oídos
 me atrapaban mientras la candela,
 colmada de troncos, ardía lentamente,
 brotando de ellos lenguas de fuego
 de color azul cielo.
 El calor se esparcía por toda la estancia.
 Mientras nuestros cuerpos se posaban en la tarima
 entre oleadas de versos y notas finas,
 la añeja guitarra se desperezaba
 viviendo, soñando recuerdos de pasados tiempos
 que nos atrapaban entre nubes blancas
 por las que caminaban corazones,
 pechos uncidos entre ríos de agua.
 Zumbaban las abejas y de sus patitas
 se esparcía la miel.
 Las leguas de fuego calientan nuestra alma.
 La luz nos despunta la mente y hace posible
 que el silbido de las palabras se introduzca
 cual mordaces cuchillos en nuestros corazones,
 sin resquebrajarse…
Elevándose…
Ensalzándose…


PENSAMIENTO
Cuántas preguntas yo le haría don Miguel.
Algunas muy sencillas como ve,
pero ¿Para qué preguntar lo que se ve,
si el mundo no se detiene a pensar
que la vida es hoy igual que ayer?
Yo…, me quedo con mi amigo Sancho Panza,
que con un borriquillo
se valió para viajar y se permitió el lujo
de dar consejos a su señor.

Hoy los señores son tan orgullosos que
no se dan cuenta que aquí estamos de paso,
y sólo compartiendo un hálito de amistad
se hace fuerte su vivir y su soñar.

¡Malditos poseedores de la verdad
que sólo pensáis en vuestra ideología
y a los demás, pobres del mundo
los dejáis morir de hambruna,
mientras tiráis al mar vuestra demasía.



Antonio Molina Medina

Basauri a 30 de julio 2014



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