Aprendí a crecer, uniendo las palabras.
POEMAS
Callo porque la noche me persigue,
porque los sueños se alimentan de otros sueños
y porque es el silencio el que me duele.
Sólo hay que despertar por la mañana
con la esperanza puesta.
Cuando de nuevo la sangre comienza a fluir
y el famélico orgullo se despierta en el alma,
un aguijón te sirve ese fuerte veneno
que te deja en la carne el sabor de la muerte.
Y continúas mirando las volátiles nubes
que se pegan despacio.
Y te empapas de viento el cordón de tu ombligo
y protestas de nuevo que ya marzo se acaba.
Pero el último aplauso se lo lleva la vida.
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