Soy M Carmen Jiménez Martín y
vivo en Sevilla.
Desde pequeña soy un
apasionada y fiel lectora de literatura en todos sus géneros. Mi interés por la
poesía en particular, viene desde pequeña cuando escribía pequeños cuartetos de
amor al más puro estilo Becqueriano en momentos de puro romanticismo.
Posteriormente, a medida que he madurado la
temática ha ido cambiando, abriendo el abanico a una variedad de temáticas de contenido social e incluso político, sin perder de
vista el amor; el amor en todas sus formas y dimensiones: amor a la
vida, a la naturaleza, a las personas, al arte, a los animales..., y también al
desamor.
Y estas Poesías que presento
hoy en este nuevo ENCUENTRO DE POETAS DE AHORA, son una muestra de ello.
Tanto la primera poesía 'EL
UNICO AMOR POSIBLE' como la segunda:
'FESTIN FRUSTRADO' corresponde al Poemario 2022: ' TOBOGANES DE LUCES Y DE
SOMBRAS'.
El ÚNICO AMOR
Existen esos momentos en los
que una no sabe si ama o si es amada;
Momentos en los que se navega
en la nada del amor,
Con la mochila cargada de
equipaje,
dando trompicones a ciegas
Con los toboganes danzando a
todo gas en las luces y en las sombras,
maquillando los sueños de los
amantes,
como si la pasión fuera la
única certeza absoluta para certificar el amor.
Pero el péndulo va y viene
cargado de mieles y rosas con
espinas;
El péndulo del amor que va y
viene
mientras suenan los aspergios
en Do Re Mi mayores y
menores.
El principio y el fin que
mueve el universo,
con más o menos desmayos en
el tiempo,
garantía de que la llama
resucita
también en los vaivenes del
infierno,
estrangula los fantasmas,
Y descarga la mochila de
equipaje.
Un transcurso de coste
incontable,
donde se libera la condena
del saber,
las luces y las sombras,
Y se sigue adelante con la
única verdad acuesta: la inexistencia de un único y verdadero amor que colme
todos los anhelos y esperanzas;
Salvo el amor de una misma
hacía sí misma.
El amor a sí misma,
que como un péndulo,
gira a uno y otro lado,
Sintiendo, por fin, que ama y es amada.
FESTIN FRUSTADO
Nadie ha venido esta noche a
cenar,
Y los manjares permanecen
sobre la mesa vacía,
Los collares dispersos entre
las sillas vacías,
esperan las manos que los
recojan
Y los hagan brillar en el
banquete.
Todo parece en su sitio.
En suspensión, gritan un
rescate inesperado,
que los ojos brillen ebrios
alrededor de la mesa tan llena de todo
Y tan vacía al mismo tiempo.
Todo permanece en su sitio
aunque el decorado ya huele a chamusquina a
medianoche,
y las luces en el escenario
aún siguen
encendidas,
a la espera de que la función
comience.
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