miércoles, 12 de octubre de 2016

JUAN PEDRO ÁVILA GAVIRA


Si tuviese que destacar algo de mi poesía diría que es sencilla, llana, que nace directamente desde el alma.
Para mí la poesía es la expresión de mis anhelos, de mis miedos, de mis ilusiones. Es mi modo de vivir, de expresar lo que llevo por dentro.
Y por lo dicho anteriormente, escribo poesía, para expresarme, para sacar todo lo que llevo dentro.
Con mis poemas pretendo conseguir que los que los lean o los escuchen lleguen hasta mi interior, directamente a mis entrañas. Y, si es posible, remover también las suyas y provocarles el deseo de vivir con más intensidad, a flor de piel.



ALMA
Soy un papel blanco buscando versos
Alma desnuda, asustada y sola
Va olvidando sus pensamientos perversos.

Alma que se convierte en amapola
Que puede ser flor, geranio o violeta
Una piedra, un bosque, un mar o una ola.

Alma que sufre, ríe y se inquieta
Que se acongoja con las tribulaciones
Que disfruta si su espíritu la deja quieta
Alma que adora a sus amigos
Alma que tiene principios propios
Alma que aborrece a sus enemigos.

Alma que disfruta, ríe y llora
Alma que prefiere el invierno en su demora
Alma que a ratos es feliz, y a veces llora.


AMOR
A dios he rezado
para darte a ti
la luz de las estrellas
y una rosa de alelí
una gama de sabores
para endulzar tus días
la fragancia de las flores
para potenciar tu alegría
deseando te de su bendición
para que oriente tus días
y que te colme tu corazón
de amor, paz y alegría.


JESÚS
Transformaste mi noche en día
Cuando mi vida llenaste
En la oscuridad yo me encontraba
Y el camino recto me mostraste.

Antes de tu llegada  mi vida
Carecía de rumbo y sentido
Como un naufrago en el océano
Del inmenso mundo me encontraba
Cuando de repente oí tu alegre llamada
Que me pasaba, que sentía, no sabía
Tarde en comprender lo que me pasaba
Antes de ti vivía pero no existía.

Gracias señor por darme tu amor
Gracias  señor por quitarme el temor
Gracias señor por devolverme  la fe en dios
Para siempre seré tu fiel servidor.

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