Soy M.ª Jesús (Marisú) casada y madre de cinco hijos. He nacido en Chiclana (Cádiz). En la actualidad vivo “a caballo” entre la playa de mi ciudad (La Barrosa) y la vecina localidad de San Fernando (Cádiz).
La cercanía del mar ha sido la inspiración para desarrollar mis inquietudes, tanto literarias como pictóricas.
Como poeta, mis trabajos han sido reconocidos con varios premios internacionales. Tengo publicados tres poemarios y dos novelas: “La Décima musa”, “A pluma de gaviota”, "Cuentos para Mar", “Despedida a la llanera” y “Lágrimas escondidas”.
Mi trayectoria como pintora es más corta, pero no menos satisfactoria para mí. Algunos de mis lienzos al óleo han sido seleccionados como finalistas en certámenes y colgados en exposiciones colectivas.
He expuesto, en solitario, en el “Centro de Congresos” de San Fernando, en IPS (Comisión Europea) en Sevilla y en La Barrosa (Chiclana)
El leitmotiv, tanto de mi poesía como de mi pintura, es primordialmente el mar y su entorno.
Ambas artes se complementan; así lo decía, acertadamente Leonardo Da Vinci:
“La pintura es poesía muda; la poesía, pintura ciega".
IMPOSIBLES
Olvidarte no es sólo dejar de oír la ola,
ni tampoco tapar la luna con un dedo.
Olvidarte es sentir de nuevo el mismo miedo
a bogar sin un rumbo, a estar de nuevo sola.
Sería el olvidarte, ver negra la amapola,
los pinos amarillos, sin uvas el viñedo.
un lago sin reflejos, una fe sin su credo,
un niño sin sonrisa, un cometa sin cola.
¿Tú quieres que te olvide? No puedo, vida mía,
que nunca lo imposible, posible se hace un día.
Nuestra verde pradera, nunca podré asolar.
No soy valiente, no, que siento cobardía.
Terror a estar sin ti y ver tu lejanía.
Me pides imposibles… ¿Dejarte yo de amar?
Olvidarte no es sólo dejar de oír la ola,
ni tampoco tapar la luna con un dedo.
Olvidarte es sentir de nuevo el mismo miedo
a bogar sin un rumbo, a estar de nuevo sola.
Sería el olvidarte, ver negra la amapola,
los pinos amarillos, sin uvas el viñedo.
un lago sin reflejos, una fe sin su credo,
un niño sin sonrisa, un cometa sin cola.
¿Tú quieres que te olvide? No puedo, vida mía,
que nunca lo imposible, posible se hace un día.
Nuestra verde pradera, nunca podré asolar.
No soy valiente, no, que siento cobardía.
Terror a estar sin ti y ver tu lejanía.
Me pides imposibles… ¿Dejarte yo de amar?
ME DUELE...
Me está doliendo el mar...
Igual me dueles tú,
si tu beso de arena se deshace,
al crecer la pleamar sobre mis labios.
Me está doliendo el viento
y también la tormenta
que hostiga mi arrecife.
Al huracán imploro que vuele hasta la gruta
para abrir el postigo donde celo mi noche.
No tengo alas de bronce
para arrancar la puerta de mi roca
que me apresa y prohíbe otras mareas.
Quiero que entren las auras
y sacudan hastíos recelosos.
Me duele el mar y tú...
Me duelo hasta yo misma si te pienso.
Me duele el mar y tú...
Me duelo hasta yo misma si te pienso.
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