Dicen que nací en Barcelona o eso refleja mi carnet de
identidad, pero con sólo tres meses me llevaron a la tierra de los olivos.
En Baños de la
Encina transcurre mi infancia entre calles de piedra, entre
el olor a geranios y lilas de los patios de mis abuelas, lo recuerdo como un
lluvia fresca que baña todos mis anhelos.
Siempre estuve abrazada a la vida, buscando ese mundo dónde
los sueños pueden acortar distancias entre la realidad imperfecta y la realidad
imaginaria, allí me siento libre y fluye la música de mis entretelas.
Estudié bachiller y COU en el I.B María Bellido de Bailén.
Fue una de las etapas más bonitas de mi vida, recuerdo escribir versos rebeldes
en mi pupitre con la esperanza de
que alguien los leyera y pudiera entender algo, jamás supe si se produjo ese
milagro. Después, comencé derecho y la frialdad de las leyes enfrió mis deseos
de rescatar los sueños, las ilusiones y las utopías.
Siempre me gustó mantener un diálogo interno en encontrar
el sentido de la existencia y tengo que reconocer que el sentido de la
existencia siempre lo encontré en el amor y en la necesidad de llegar al
corazón de los demás y poder comunicarme con ellos
.
En esta etapa de mi vida necesito este bálsamo para liberar
mis emociones, seguir desplegando mis alas y volar.
Os dejo el enlace de mi blog SIEMPRE POESÍA:
La expresión SIEMPRE POESÍA es un llamamiento a
estar siempre vivos, a no quedarnos indiferentes ante la belleza que pasa
delante nuestra, ante el sufrimiento o ante los interrogantes en la búsqueda de
nosotros mismos. Es un llamamiento a abrir el corazón, a sentir ese relámpago
que nos estremece. Por eso creo que es necesaria compartirla y tenerla presente
en nuestro día a día.
También podéis encontrarme en mis poemarios Partos de luz,
Anida en mi ser y en Violines sin música junto al poeta Pedro
Javier Martín Pedrós.
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Puedo escribir el tiempo,
esos momentos en que somos felices
aquellos en que bailo con la lluvia ,
y atravieso los valles del silencio.
Puedo trenzarme el pelo
regalarte estos versos
mientras te hablo
suave,despacio, lento.
Puedo crecer un poco
en el latido de la misericordia
y emprender el vuelo de un ave
para nacer en el abismo
de tus ojos.
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A veces ocurre
que los sueños llevan flores
y las palabras sobran
si la vida me invita
a las orillas suaves de la paz.
Los árboles pacíficos
se vuelven frondosos,
los senderos limpios
se llenan de miradas
que depuran el aire.
Y me viene el olor
de la emoción
del alma en los labios,
del concierto lírico
de la libertad,
en este caminar torpe
de mis pasos.
¡Qué bonitos tus versos. Saludos, Ana.
ResponderEliminarMuchas gracias María José. Un abrazo.
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