Desde México, nos llega una vez más, la poeta Roxana Rosado.
Maestra de inglés y traductora, le encanta leer desde la primera vez que tuvo contacto con
los libros. Escribir es una de sus pasiones.
Primer lugar en cuentos en el concurso de Juegos Bancarios en la Ciudad de México.
Publico en: Revista Azahar (en línea).
Ha publicado en Literarte en Argentina y participado en algunos eventos de poesía en
México.
AQUELARRE
Aves
vuelan alrededor de ella
que parece agonizante.
Escribe algo en la arena
algo que nadie puede entender
solo sus dedos.
Porque ¿Quién puede ver al otro
si jamás ha intentado
volar con sus alas?
Espejos de agua
reflejan su rostro
húmedo de sal.
Una risa burlona
se esconde detrás del mar
mientras retumba en la oscuridad.
La noche y el día se mezclan
el azul y carmesí se abrazan
pintando de nuevo al firmamento.
Nublado está el día,
ella se levanta de la arena diciéndole a los pájaros
-hoy no, será otro día-
CUANDO DICES ADIÓS
Me siento triste cuando dices adiós
sé que eso no significa nada más que una breve pausa
para nuestras pieles y nuestros labios,
pero no puedo evitarlo, eres tan necesario como el aire
como el agua, como el viento
como los cinco elementos que existen
y que hacen posible la vida.
Disculpa si a veces soy insistente
no intento atraparte,
eres libre como el espíritu del amor
o como la nieve de invierno
pero es tan breve el tiempo que compartimos
antes era largo
ahora, larga es la espera y breves los minutos
aunque se vuelvan horas,
quisiera extenderlos hasta convertirlos en inmensidades
porque contigo olvido todos los pesares
y con cada beso tuyo
recibo vida.
Vida que me invita a seguir adelante
a continuar, a existir
a abrazar mis deseos con fervor
y no perderlos de vista
por eso, cada vez que dices adiós
quisiera arrebatarte las palabras
quitárselas al viento
borrarlas del infinito
y convertirlas en un siempre
para devolvértelo en un beso.
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