Escribo poemas porque tengo la
imperiosa necesidad de comunicarme con mi prójimo e indagar en mí mismo…, y la
Poesía es una herramienta exquisita para ello, para lograr este fin. La Poesía
“es un estado creativo singular, a través del cual se pueden observar
realidades ciertas y tangibles, que de otro modo pasarían inadvertidas para la
mente humana”.
Desde su
juventud, Juan tuvo una inclinación “natural” hacia la Poesía y leyó, y
memorizó con asiduidad, a sus poetas preferidos: Antonio Machado, Miguel
Hernández, Rafael Alberti, Tagore,… A
estos autores irán agregándose con posterioridad otros muchos, como fueron
Gloria Fuertes o Carmen Conde, pero no es hasta el año 2000 cuando comienza a
escribir sus primeros poemas.
Difunde su Poesía sobre todo mediante las redes sociales.
En particular, por medio de su Página Personal en Facebook (https:/www.facebook.com/JuanDelgadoPoemas/).
Asimismo, expone sus trabajos poéticos en la Tertulia
“Puerta abierta a la imaginación de par en par” (Cádiz) y en la Tertulia
Literaria Rioarillo (San Fernando). También asiste a la Tertulia Literaria del
Ateneo de Cádiz.
Desde el año 2000 ha trabajado y continúa haciéndolo en
los siguientes poemarios: El rocío que no
cesa, Rumbo a Ogigia, Palabras para pensar. Y estos otros se encuentran en
proceso de elaboración: Los versos del
Quijote, De Antonio a Juan (dedicado a la obra fotográfica de D. Antonio
Vázquez Acevedo, gran fotógrafo de “la Isla”), La Poesía del Pinsapar, y Poemas
a mi madre, Versos para la memoria y Tu nombre.
Sus
versos están muy relacionados con “la mar”, la Filosofía, la Psicología, la
naturaleza, y Cádiz.
Intenta
emplear en su poesía, un lenguaje sencillo (que no simple) y elegante o bello
en lo posible, pero a la vez, trascendente, profundo, y con ello quiere incitar
al lector a la reflexión. Es decir, cultiva la forma, pero entiende que la
Poesía es sobre todo fondo. Por ello, muchos de sus trabajos están impregnados
de pensamientos filosóficos y/o psicológicos.
Aunque
camina en la búsqueda de su propia voz poética, reconoce y se enorgullece de la
influencia que Don Antonio Machado ha tenido en él.
POEMAS
LILITH
A cada paso que dan tus pies desnudos…, tus pies descalzos…,
el camino se ensancha…, se agranda,
y mi futuro se inunda con tus abrazos.
Fuiste tú antes que Eva; fuiste la mujer primera.
Anduve por mis destinos buscándote
entre los arroyos claros y frescos del Edén,
pero, tú, ya no estabas allí.
Le pregunté a él por ti y no me quiso responder.
¡Mujer! nacida de mujer, y no de hombre.
¡Mujer! que por encima de todo amas tu libertad.
Aquella que prefiere la soledad de un techo de estrellas
antes que un hogar asfixiante y desprovisto de ellas.
¡Mujer! temida, inhóspita y hostil
para los que mal te quieren y te hacen sufrir.
¿Dónde estás? ¿Acaso en el Mar Rojo?
No…, no lo creo… tú,
lo sé, habitas muy cerca de mí.
Te oigo cantar cada mañana cuando entreabro mis ventanas.
Te escucho reír y siento como acaricias el día
con la esperanza de las que saben por qué viven.
¡Mujer! has estado siempre ahí, a mi lado y yo al tuyo sin
saberlo.
Pero, es ahora, cuando…,
¡por fin te veo!
Ahora que desprecio y arrojo los harapos y despojos
con los que me vistieron desde que nací.
¡Mujer de abrazos qué solo me he sentido sin ti!
TU NOMBRE
Si te
nombro
tú ya
no volverás a ser quien eras antes,
porque
yo te habría creado.
Serías
entonces aquello que yo quiero,
y
perderías tu verdadera esencia.
No
llegarías a ser ¡nada! de lo que fuiste;
yo te
habría delimitado
y
conformado a mi manera.
En mi
mente no existirías tú;
solo
tendría de ti una burda copia
que
nada tiene que ver contigo.
¡Nunca!
podría amarte
pues
serías un artificio
y no
tendrías corporalidad real,
acaso,
más allá de mi imaginación.
Si te
nombrara
dejarías
de ser infinita, inabarcable,
indescifrable…,
misteriosa y deseada.
Prefiero
no nombrarte
en
esta lánguida tarde frente a la mar …
ahora,
cuando siento tu mirada
aun
con mis ojos cerrados.
¡Jamás
te nombraré!
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