Mi principal razón para escribir es la
necesidad imperiosa, que he tenido siempre, por justificar mi existencia en
esta vida tan complicada, el deseo de que, aunque solo sea por un verso, me
recuerden la gente de mi entorno. Es un sentimiento tan arraigado el de dejar
un legado escrito para ser recordado que por ello escribo con fruición, con
placer, pero también con angustia y responsabilidad.
Juan Emilio Ríos Vera
Licenciado en Filología Hispánica. Presidente del Ateneo “José Román” de Algeciras y de la Sección VI del Instituto de Estudios Campogibraltareños. Presidente de la Agrupación Poética “José Luis Cano”. Socio del Ateneo Republicano “Blasco Ibáñez” de Valencia y de la Asociación de Poetas pro Derechos Humanos. Premio "Aljabibe" de Poesía en 2012. Escudo de Oro de la Unión Nacional de Escritores (2014), medalla de san Isidoro de Sevilla de la UNEE (2018), insignia de oro de la ciudad de Algeciras.
Poeta, narrador, articulista y novelista.
Presidente fundador del Ateneo de Manilva.
Pregonero de la Feria del Libro de Algeciras, dedicada al Ateneo de Algeciras en 2019.
Presidente del club rotario Estepona-Sotogrande International, que presidirá a partir de Julio de 2021.
Entre sus obras
destacan: Engendros de la ira (poesía), La última columna antes del precipicio
(artículos periodísticos), El caserón de la malmuerta (relatos), La mujer
esqueleto (leyenda ilustrada). Ha publicado su primera novela: Abdul, el moro
asturiano junto a Ahmed Ksiri, y tras El regreso de la golondrina, ya trabajan
en una tercera que se titulará El sol sale para todos.
Reside en San Luis de Sabinillas (Manilva) desde 2005.
POEMAS
DOS
CAMINOS PARALELOS, PERO ANTITÉTICOS
Entre la guerra y la paz
hay dos caminos paralelos, pero antitéticos:
uno un mar profundo que vadear
sin descanso, para arribar
a la orilla pacífica del armisticio.
En ese mar impetuoso suelen ahogarse
a menudo las buenas intenciones de paz
entre los hombres.
El otro camino es un puente de madera,
antiquísimo, pero seguro y firme,
que es el mejor vehículo,
para abandonar las armas
y abrazar las almas,
caminando con paso rápido, pero
sabiendo donde posar los pies de plomo.
Es ese el sendero del diálogo,
El respeto y la concordia,
que nos convertirá en pontífices
hacia un mundo desconocido e inédito,
donde no haya banderas por las que luchar,
países que defender ni aduanas
que separen los seres humanos de primera
categoría de los huérfanos de la fortuna,
esos que no tienen ni siquiera
el derecho a una vida digna, mínimamente humana.
TANTAS PÁGINAS EN MI BIBLIOTECA
Llevo a cuestas
tantos libros,
tantas historias
que pesan en el papel,
tantas toneladas
de versos
sobre mis espaldas,
que ya no los puedo albergar
en mi casa que no es mía.
¿Qué hacer con ellos
si no caben todos
en la cabeza y amo
cada una de sus páginas?
Un escritor necesita
espacio para su mundo,
pero casi nunca tiene
dinero para evitar
su exterminio.
Se aceptan donativos.
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