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jueves, 23 de octubre de 2025

IGNACIO SANTOS


Nacido en San Fernando, Cádiz. Diplomado en Lengua y Literatura y Licenciado en Filosofía y Letras. Profesor y Orientador Escolar. Su actividad literaria discurre en diversas tertulias de la Bahía de Cádiz y Ateneos de Cádiz y Valencia. Colabora con sus respectivas publicaciones.

Publicaciones:

Tras una mirada, Poemas visuales (Exlibric, 2020) Combinación de imágenes y poemas con los que encontrarse a través de la luz, el aire, el agua, el sonido y el silencio.

La alcoba del viento” (ExLibric, 2022) Transita las emociones para traspasar las zonas umbrosas de nuestro interior. Invita a vivir fuera de los reducidos espacios locales.

De los míos sed Colección Dabisse-Romero (Anáfona 2025). Es un tránsito por los sentimientos en los momentos de madurez, desde la perspectiva de las ausencias y la convergencia en los recuerdos.

Ausencias” (Varia Editio, 2025) Es un alentador ejercicio de disidencia. En él habita la fugacidad del tiempo y de los sueños. (JJ Téllez)



AFERRADO


Aferrado a lo escueto

voy deshojando mi constelación

para ajustarme a la realidad que el tiempo impone

y con lucidez seleccionar la siembra de mis afectos.


He simplificado las prioridades,

aferrándome a lo escueto

he ido deshojando la servidumbre de lo superfluo

y continúo ajustando la órbita de mis emociones.


Mi hogar aún retiene la cálida luz

que irradia vuestras siluetas, ahora en arbitraria danza.

Los libros, pausadamente, van germinando en mi interior,

atrapan mis yos, opacos o silenciados,

y me entrego con fruición a romper

la virginidad del papel ante mi pluma

mientras la luz del sol claudica en la ventana.


Cuánto más sencillo es mi cielo

más intenso lo siento.



CONJUGAR EN PRESENTE


Asomado al cantil de la madurez

solo deseo el tiempo en presente,

sin márgenes a los pretéritos

ni aplazamientos al incierto mañana.


Doblegado el ímpetu,

tesoro de un tiempo ya caducado,

me dejo llevar por la serenidad

ante la escasa profundidad del horizonte que diviso.


Deseo lo espontáneo, sin premeditar,

la duda al qué habrá tras el requiebro de la pausa,

a las promesas diluidas

para las que adivino no tenga tiempo.

Mi baluarte —el tiempo— no impone tributos

tan solo derogar manifiestos

que contamine el cosmos

que he ido forjando en mis silencios.


Ya solo preciso el presente


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