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lunes, 27 de octubre de 2025

MUSTAFÁ AHMAD AL-QARNA


Mustafa Al-Qurna es un escritor y poeta jordano nacido en Belén en 1965, considerado una de las voces literarias más destacadas en Jordania y el mundo árabe. Ha trabajado en los géneros de poesía y novela, caracterizándose por un estilo humano profundo y un lenguaje claro que combina reflexión y emoción. Su poesía aborda temas como la patria, el amor y la diáspora, con un estilo sincero y cercano al lector.

Entre sus obras poéticas destacan: Las cadenas rotas, Eres mi poema y Mi luna tal vez aún no ha llegado. En narrativa, ha publicado: La montaña de la corona, El teatro romano, Napoleón en Ammán y Al-Fureidis. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas y han sido objeto de numerosas tesis de maestría y doctorado. Fue presidente de la Unión de Escritores Jordanos por dos períodos y ha participado en festivales literarios nacionales e internacionales. Representa una voz literaria que refleja la identidad jordana y la condición humana desde una visión creativa contemporánea.

 

Dijo mi amigo


Dijo mi amigo:

—Tú no escribes,

tú brotas

como el jazmín en la noche,

cuando los poemas duermen

en el bolsillo de tu abrigo viejo.


Le dije:

—Yo, la noche

y algo de nostalgia,

guiamos el viento hacia el norte,

y lo seguimos cuando queremos,

como si el norte fuera

nuestra historia interminable.


Mañana, nuestros sueños crecerán,

¿y entonces qué haremos?

¿Le construiremos una tienda

a su lado?


Los mapas nos perdieron,

como lo hace el sol

al mediodía.


Estoy lo bastante solo

como para llorar,

y cargar lo que me queda

a solas,

y dejarme

con todo este montón de ruinas,

este vacío.


Solo,

como una madre que ordena sus dolores.

Ya no queda nada

que me diga

si cumplí mi papel como debía,

o si simplemente jugaba.


Solo,

y nadie más que yo para mí.

Soy hijo de este gran vacío.

No tolero las palabras adornadas

cuando se vuelven polvo,

como se desvanecen la promesa y el trueno

en lo alto del cielo.


Soy el último sobreviviente de mí mismo,

suficientemente solo

para buscar en los rostros de las cosas:

¿fue una película mala

para que las estaciones crezcan en mí

a solas?

Reordeno el camino

cada vez que este día se acerca.


Suficientemente solo

para marcharme.

 

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