domingo, 17 de octubre de 2021

ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA


"Yo escribo poesía porque los poemas me permiten expresar mis sentimientos interiores y la proyección de los mismos sobre la naturaleza, el mundo, las personas y todo lo que nos rodea. Para mí la poesía es un medio necesario para contar todo lo que bulle en mi interior de una forma natural, sencilla y hermosa".


Nació en Pegalajar (Jaén), realizó los estudios de Bachillerato en el Instituto "Santa Catalina de Alejandría" de Jaén, y los de Magisterio en la SAFA de Úbeda y en la Escuela de Magisterio de Jaén. Desde el año 1983 ha ocupado puestos de Maestra de Primaria en varios pueblos de la provincia de Jaén.

Compagina su vida entre la familia y la literatura. Enamorada de la infancia, de la cultura y del saber, de la paz entre los seres humanos, de la justicia social y de la naturaleza, pone su granito de arena en cada uno de estos ámbitos tratando de hacer camino y de mejorar el mundo que habitamos en beneficio de todos. Atraída por la magia de la Literatura desde pequeña, sólo ha potenciado su proyección hacia ella a partir de 1998. Recreó cuentos de tradición oral. Ha escrito poemas, cuentos y relatos de producción propia. Desde 1999 ha obtenido numerosos premios literarios de poesía y de relato en diversas ciudades.

           

Ha sido elegida Mujer Rural a las Artes 2006 por la A.D.R. Sierra Mágina. Ha publicado relatos y poemas en antologías editadas en las ciudades en las que ha sido galardonada. Ha participado en más de 70 antologías. Como poeta ha sido reseñada en la Antología de Poetas Andaluces, de Fernando Sabido.

 

PUBLICACIONES PROPIAS:

 

- Luces y Sombras y otros poemas, 2002    - Cuentos y Relatos para Soñar, 2007

- Cuentos Fugitivos, Editorial Hipálage de Osuna (Sevilla) 2012

- Encuentros que dejan huella y otros relatos, Grupo Editorial Líberman de Jaén. 2014

- Tiempo de vivir, es su primera novela, editada por Grupo Editorial Sial Pigmalión de Madrid en 2019. Esta novela ha sido presentada en la Feria del Libro de Madrid.

 

Colabora con sus artículos en el periódico mensual IDEAL SIERRA MÁGINA. Participa en la revista “ALDABA” de la Asociación Artístico Literaria ITIMAT de Sevilla con sus poemas y en la revista AZAHAR. Ha participado en varios Encuentros de poetas, y en las Antologías, editadas con motivo de dicha celebración. Ha colaborado con sus poemas en varios cuadernos de Profesores Poetas. Ha participado con lecturas poéticas en varios Encuentros de Mujeres Artistas de Jaén con motivo del Día de la Mujer. Ha realizado lecturas literarias, en Jaén y en otras localidades de la provincia, invitada por las Asociaciones de Mujeres, por las Escuelas de Adultos, por la Asociación Fuente de la Reja de Pegalajar y por la ADR Sierra Mágina. Forma parte del grupo de escritores/as de Sierra Mágina. Participó con un relato en el libro Sierra Mágina, Territorio Literario, editado en 2017, y en el libro Madrid: Territorio Literario, editado en 2021, con un relato y un poema, dedicados a la ciudad de Madrid.

 

Está incluida, como escritora, en el Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía y participa en el Circuito Literario Andaluz con lecturas literarias de su propia cosecha y de otros autores andaluces.

 

La dirección de su blog es: http://trabajosdeencarna.blogspot.com

 

 

POEMAS

 

LLEGA EL OTOÑO 


Llega el otoño,

a los parques de mi pueblo

a los valles de mi pecho.

Viene, con sus jirones de niebla, 

con sus tardes amarillas, soleadas,

esponjosas, ambarinas, macilentas,

con su abanico de ausencias.


Llega con sus misterios de calma,

de pesadillas, de fobias, de tempestad, 

de incógnitas, de ventoleras

de pena en el lagrimal

y agonía en la garganta.

Con sus tonos encarnados

enajena mis pupilas y mis sueños

y da vigor a la nostalgia.


Este otoño

se adueña de nuestras almas

con sus colores cobrizos,

caquis, tostados, rojizos y amarillentos, 

llenos de melancolía y repletos de añoranza.

Nos trae un mosaico de tonalidades ocres,

en sus sedientas mañanas, 

en sus prolongadas noches

en sus visos escarlata.

 

Iluminado por la tibieza sutil 

de un sol, pálido y escurridizo,

va transcurriendo despacio 

por las vides de septiembre,

por los lagares de octubre, 

por los mostos de noviembre,

por los vinos de diciembre.


El otoño

se arremolina en mi pecho,

busca cobijo en mi alma,

se interna en mi corazón

se detiene en mis entrañas

para arañarme las vísceras

y desgarrarme la médula.  

Este otoño, desarraigado y versátil, 

se derrumba en mi memoria 

con aire de fríos vientos

y retazos de añoranza.


 

TE FUISTE

 

 (A mi madre, in memoriam)

 

Madre,

te fuiste tan de repente,

tan sin decirlo, tan sin saberlo.

Te fuiste como una flor en primavera,

marchita y zarandeada por la tormenta

que se gestaba en el fondo de tu ser.

Te fuiste como la pena de marzo,

despacio y sola como la lluvia de abril,

suave y esponjosa como la brisa de mayo,

acariciando el aire como las tardes de junio.

Te fuiste con un viso de rubí en tus mejillas,

con una nube en tus ojos, con una pena en tus labios,

con un poema en tu corazón.

Te fuiste tan desolada, tan sin hablar,

que tus silencios restallaron en mi alma

y la pena de mi llanto centelleó en tu interior.

Te extinguiste en el aire como un suspiro.

Te apagaste como una luz en la noche de mi dolor.

 

Te fuiste sin una queja, sin un reproche, sin despedir.

Cruzaste los vientos sin saber por dónde ibas,

ni a dónde te dirigías ni con quién querías estar.

Te fuiste cuando la Fuente llenó de agua la Charca,

de sueños y de esperanzas, las laderas de mi amor.

Te fuiste cuando la brisa bordaba haces de luz

en las pupilas del día, rosas de seda en los jardines del sol.

Te fuiste a un lugar sin retorno.

Tu mirada se quedó prendida en el cristal del adiós.

Te fuiste en una fecha sin brillo en el calendario,

sin colores de arco iris, sin olores de jazmín.

Te fuiste fustigada por el peso de los años.

Desde tu lecho de muerte, la pandemia no pudo herirte.

No pudo clavar en tu pecho el aguijón de ponzoña,

que ha clavado en tantas gentes.

A ti fue la vejez y el deterioro,

la ausencia de juventud quienes te condujeron

por el camino del Camposanto.

Ya has dejado de sentir el desconsuelo y la pena

el dolor y el sufrimiento que padecemos aquí.

Por ti, querida madre, no doblaron las campanas.

Ni gimieron los vientos aquejados por el llanto.

Pocas personas, por este tiempo cerril

que nos trajo el calendario, pudieron conocer tu ausencia.

 

¿Por qué te fuiste, querida madre, cuando la primavera

extendía su manto de flores multicolor en la Tierra,

cuando abril acariciaba el olor de las celindas,

cuando sonaba en el aire el canto del ruiseñor?

¿Por qué te fuiste cuando la hiedra trepaba

los aposentos de mi dolor?

 

Sin embargo, ahora, la luz de la fe nos dice

que ya no tiene sentido llorar por ti,

porque te encuentras en los jardines del cielo,

gozando de la presencia de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario