martes, 22 de octubre de 2019

MERCEDES DEL PILAR GIL SÁNCHEZ


Soy autora de la novela "Las vacaciones que iluminaron mi vida" publicada por Editorial Dalya; y con prólogo de Enrique Montiel; que ha sido presentada por mi prologuista en el Centro de Congresos de San Fernando el día ocho de junio del 2018, dando comienzo con dicho acto, a la feria del libro de esta ciudad.
He publicado hasta el momento doce cuentos infantiles en Amazón.
Hace un año, en noviembre del 2017 presenté en La Sala de los Libros de la UCA “Cuentos sin Límites de Edades” un libro recopilatorio de poemas infantiles.
En ese mismo año, he pronunciado el Pregón al día de Andalucía en el Centro de Mayores Activos de San Fernando; del que guardo maravilloso recuerdo.
He nacido hace relativamente poco para la literatura; cuando abrí mi blog http://cuentameuncuentoabuela.blogspot.com.es/ y por tanto, en forma de “bloguera” bajo el seudónimo de #AbuelaTeCuenta a últimos de octubre del año 2012. He de comentar que mi blog, ha quedado en los prestigiosos premios Bitácoras en el año 2016 en el puesto 17, entre 22.050 Blogs; y que en la actualidad, ha sobrepasado las 150.000 lecturas, y que además, ha sido premiado por compañeros blogueros con distintos premios, en varias ocasiones.
En un principio, dediqué el blog a mis nietos, y a los cuentos que para ellos escribía, pero a petición del público lector, en enero del dos mil quince, comienzo a escribir relatos, sin dejar de lado la poesía, ni el mundo infantil. Debo confesar, que me costó bastante abrir mi identidad al público, dejar constancia de mi nombre; y más aún dar a conocer mi imagen, ya que mi timidez y modestia, me impedían darme a conocer.
El valor necesario, para dejar aflorar más allá de mi alma mi afición a la escritura, y transmitirla al público en general, se lo debo sin duda alguna, a mis lectores, al ánimo que han ido insuflado en lo más profundo de mi ser con sus comentarios positivos, y amables, muy valiosos para mí; les debo además a mis seguidores, promover mi afán de superación, e ir dejando de lado, aquella timidez que me mantenía envuelta en el anonimato, en lo que concierne al mundo de la escritura, para liberar a mis letras de las trabas que yo misma les imponía.
Gracias a estas favorables circunstancias, he quedado finalista en concursos internacionales, he ganado cinco premios, el último en el mes de noviembre del 2018 con el cuento “La visita”; un primer premio en la modalidad de “cuento corto” he publicado en revistas literarias, como Pléyade; Azahar; The Crow Magazine; en esta última hoy desaparecida, he participado con relatos, poemas y con la publicación de
algunos artículos. Mis relatos, o poemas, figuran en treinta y cinco antologías, entre ellas “Poetas de ahora” “El ático de los gatitos” “Mi pequeña Princesa” etc. Desde hace tres o cuatro años, participo en un grupo local de cuentacuentos, que dirige Manuel Cubero Urbano, donde en cada curso escolar, nos desplazamos hasta colegios para contar “en mi caso, mis cuentos” a alumnos de todas edades. he conocido el inmenso placer de verme rodeada de grandes escritores al calor de amigables tertulias, tales como Río Arillo, Rayuela, Puertas abiertas a la imaginación, la tertulia literaria del Ateneo de Cádiz; La de Ana Mayi. He tenido el inmenso placer de ser colaboradora en la tertulia radiofónica de Ana Mayi de Onda Cádiz durante un año, leyendo al público mis cuentos y poemas; y, me he atrevido por fin a cumplir un sueño que llevo conmigo desde la más tierna infancia, cuando gané un premio literario a mis nueve años; el inmenso sueño de dar vida a una novela: “Las vacaciones que iluminaron mi vida”.

Tengo registradas y concluidas dos novelas más, ya que el placer de escribir, y el mundo de la escritura, se han convertido en este tiempo para mí en imprescindibles.
He pasado a formar parte del elenco de autores de la Ronda Andaluza del Libro del Centro Andaluz de las Letras con mi novela y mis cuentos.
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras/autores/mercedes-del-pilar-gil-sanchez


HOY REGUÉ TUS PLANTAS

Hoy regué tus plantas,
perdidas en el tiempo,
las por ti, olvidadas,
el día de tu huida…
enmustiadas, dolidas
echándote de menos
dormidas, perdidas.
Te recordé con el agua
con vertidos de lluvia
que tus manos recogían
el umbral de mi memoria
traspasó esa puerta
que estaba para ti,
totalmente prohibida.
Se produjo tu entrada…
a la una de la tarde
la furiosa transgresión
de una memoria
que es, y ha sido siempre
absolutamente mía.
Y allí estabas tú…
hermosa, intacta
dulce, y armoniosa
tu imagen renacida
tu grácil figura
candor, y hermosura
cual gentil holograma
de felicidad destruida
¿Qué haces aquí de nuevo…
no sabes tú, que en este
que es mi espacio…
continúas prohibida?
¡Grité a tu imagen
a tu exacta holografía!
Mientras mis lágrimas
mudadas en torrentes
brotan expatriadas,
cruzando mis mejillas.
Lloré, ante tu presencia…
tu reflejo, de recuerdo
perpetuando mi memoria;
tu presencia transgresora
tu intromisión en mi vida.
Lloré, amargamente
mientras no alcanzaba
a separar mis ojos,
de esa silueta tuya
en tu perfil convertida.
Lloré, cabizbajo
para dejar de verte,
para no sentir que aún
mi pensamiento, mi alma
a gritos, silenciados
tu nombre repetían.
y… volví a gritar
desesperadamente
ya que tú aquí… aquí…
en mi pensamiento…
estás más que prohibida.
¡Debí tirar tus plantas!
Sé, que, debí hacerlo…
cuando me abandonaste,
en ese mismo instante
de ese mismísimo día.



LA AMISTAD

Felicitación y Excusa salieron a pasear,
Felicitación recusa invitación a jugar…
—Felicitación, amiga, vente conmigo a jugar.
—Excusa, mi amiguita, no te quiero molestar,
Pero es tarde, a las ocho, he de ir a confesar.
He quitado a mi hermana, su pedacito de pan.
—¡Tenías hambre, mi amiga, no podías esperar!
—Sostengo ahora mi aliento, y no puedo respirar
—Es tu conciencia, cariño, lo habremos de reparar…
Ven ahora a mi casa, mi mamá lo arreglará.
La mamita de Excusa, sacó una barra de pan
De la que dio a la niña, un mendruguito igual…
Igual al que había cogido su amiguita sin pensar.
Felicitación rebosa, su cara de felicidad.
—¡Repondré hoy lo robado… y saldremos a jugar!
Prometió así la niña, a su amiguita, sin más…
—¡Excusa, lo has arreglado… Mil gracias, por tu amistad!



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