sábado, 5 de octubre de 2019

FRANCISCO MALIA SÁNCHEZ





Poeta que nos llega de Barbate (Cádiz). Aficionado a esto de fantasear historias, escribir algunos versos y, sin garantías de continuidad, jugar y flirtear con las palabras. Ha publicado dos libros de relatos: "Barbate ha sido invadido por la pimienta y "Relatos Psicoilógicos". En el campo de la poesía conjuntamente con el poeta afincado en Granada, José Gilabert Ramos al que le une una vieja amistad,  editó un libro de poemas titulado "La luz del paraíso. Guía poética de los paisajes de Barbate". En el fondo del cajón de los proyectos yacen, pendientes de publicar,  dos poemarios "Piel de otoño" y  "Azul y verde" y diversos poemas sueltos. Esperando su turno duerme también "su sueño de siglos" un libro de microrrelatos que lleva por título "De tres en tres". Humor absurdo e imaginación desbordada para la prosa y una cierta sensibilidad para la poesía pueden ser los atributos que mejor describan lo esencial de sus escritos.


LOS OJOS DEL OTOÑO


Los ojos del otoño
son unos ojos tristes
como dos ventanas
de una casa sin bosque.

Los ojos del otoño
reflejan amargos reflejos
de soles caducos,
infancias terribles,
amores lejanos,
versos sin retorno,
aventuras que no sucedieron
nunca, nunca, nunca….
hallazgos de fondo sin pozo,
de yemas sin dedos.

Los ojos del otoño
hablan del cansancio
de la vida.


TE ESPERO, TIEMPO


Te espero, tiempo,
hora concertada.
Miro la lluvia: llover
tras de las ventanas.
Es como si tuviera
el alma encarcelada.

Llueve, en silencio llueve
por tus mejillas, lágrimas.
¿Qué será de mi si ayer
no pudo ser mañana?

Dejo el tiempo
meciéndose en la hamaca.
Acudo con la lluvia
y un íntimo paraguas
a esa cita permanente
con la esquina de tu casa.

Llueve. Transeúntes pasan
por las aceras solitarias,
transeúntes que van
y vienen de la nada,
sombras, hombres,
como yo, enajenadas.

De pronto miro…. y lo alto
es una nube ensangrentada. 

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