domingo, 10 de octubre de 2021

JUAN DELGADO

 

 

            Escribo poemas porque tengo la imperiosa necesidad de comunicarme con mi prójimo e indagar en mí mismo…, y la Poesía es una herramienta exquisita para ello, para lograr este fin. La Poesía “es un estado creativo singular, a través del cual se pueden observar realidades ciertas y tangibles, que de otro modo pasarían inadvertidas para la mente humana”.

 

             Juan Delgado nació en San Fernando (La Isla) y desde hace más de treinta y cinco años vive en el Barrio de la Viña (Cádiz), frente a la Caleta; es decir, es un gaditano de “pura cepa”.  

Desde su juventud, Juan tuvo una inclinación “natural” hacia la Poesía y leyó, y memorizó con asiduidad, a sus poetas preferidos: Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Tagore,…  A estos autores irán agregándose con posterioridad otros muchos, como fueron Gloria Fuertes o Carmen Conde, pero no es hasta el año 2000 cuando comienza a escribir sus primeros poemas.

            Difunde su Poesía sobre todo mediante las redes sociales. En particular, por medio de su Página Personal en Facebook (https:/www.facebook.com/JuanDelgadoPoemas/).

            Asimismo, expone sus trabajos poéticos en la Tertulia “Puerta abierta a la imaginación de par en par” (Cádiz) y en la Tertulia Literaria Rioarillo (San Fernando). También asiste a la Tertulia Literaria del Ateneo de Cádiz.

            Desde el año 2000 ha trabajado y continúa haciéndolo en los siguientes poemarios: El rocío que no cesa, Rumbo a Ogigia, Palabras para pensar. Y estos otros se encuentran en proceso de elaboración: Los versos del Quijote, De Antonio a Juan (dedicado a la obra fotográfica de D. Antonio Vázquez Acevedo, gran fotógrafo de “la Isla”), La Poesía del Pinsapar, y Poemas a mi madre, Versos para la memoria y Tu nombre.

Sus versos están muy relacionados con “la mar”, la Filosofía, la Psicología, la naturaleza, y Cádiz.

Intenta emplear en su poesía, un lenguaje sencillo (que no simple) y elegante o bello en lo posible, pero a la vez, trascendente, profundo, y con ello quiere incitar al lector a la reflexión. Es decir, cultiva la forma, pero entiende que la Poesía es sobre todo fondo. Por ello, muchos de sus trabajos están impregnados de pensamientos filosóficos y/o psicológicos.

Aunque camina en la búsqueda de su propia voz poética, reconoce y se enorgullece de la influencia que Don Antonio Machado ha tenido en él.

 

 

 

POEMAS

 

 

LILITH

 

A cada paso que dan tus pies desnudos…, tus pies descalzos…,

el camino se ensancha…, se agranda,

y mi futuro se inunda con tus abrazos.

 

Fuiste tú antes que Eva; fuiste la mujer primera.

 

Anduve por mis destinos buscándote

entre los arroyos claros y frescos del Edén,

pero, tú, ya no estabas allí.

Le pregunté a él por ti y no me quiso responder.

 

¡Mujer! nacida de mujer, y no de hombre.

¡Mujer! que por encima de todo amas tu libertad.

Aquella que prefiere la soledad de un techo de estrellas

antes que un hogar asfixiante y desprovisto de ellas.

¡Mujer! temida, inhóspita y hostil

para los que mal te quieren y te hacen sufrir.

 

¿Dónde estás?   ¿Acaso en el Mar Rojo?

 No…, no lo creo… tú, lo sé, habitas muy cerca de mí.

 

Te oigo cantar cada mañana cuando entreabro mis ventanas.

Te escucho reír y siento como acaricias el día

con la esperanza de las que saben por qué viven.

 

¡Mujer! has estado siempre ahí, a mi lado y yo al tuyo sin saberlo.

Pero, es ahora, cuando…,

¡por fin te veo!

Ahora que desprecio y arrojo los harapos y despojos

con los que me vistieron desde que nací.

 

¡Mujer de abrazos qué solo me he sentido sin ti!

 

TU NOMBRE

 

Si te nombro

tú ya no volverás a ser quien eras antes,

porque yo te habría creado.

 

Serías entonces aquello que yo quiero,

y perderías tu verdadera esencia.

 

No llegarías a ser ¡nada! de lo que fuiste;

yo te habría delimitado

y conformado a mi manera.

 

En mi mente no existirías tú;

solo tendría de ti una burda copia

que nada tiene que ver contigo.

 

¡Nunca! podría amarte

pues serías un artificio

y no tendrías corporalidad real,

acaso, más allá de mi imaginación.

 

Si te nombrara

dejarías de ser infinita, inabarcable,

indescifrable…, misteriosa y deseada.

 

Prefiero no nombrarte

en esta lánguida tarde frente a la mar …

ahora, cuando siento tu mirada

aun con mis ojos cerrados.

 

¡Jamás te nombraré!


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