lunes, 4 de octubre de 2021

ROBERTO J. MARTÍN GONZÁLEZ

 


Mi interés particular por la literatura, fue siempre una constante, sobre todo la lectura, ya en la adolescencia, hacia algunos intentos de crear algo y pronto me decidí por la poesía, siempre influenciado por los clásicos, a los que leía y estudiaba constantemente. Así es como me aficioné a este  Arte en común, que me ha seguido influyendo durante toda mi vida, diría que no concibo la vida sin poesía, dentro de los cánones lógicos.

  

Roberto J. Martín González, nacido en Málaga, Marzo, 1946. Estudió dirección de  Empresas Turísticas; Decorador de Interiores.

Ocupación Profesional: Dirección en la Empresa Privada.

Publicaciones: Mi juventud, año 1965; Horizontes, 1966; Sensaciones, 2/1967; Poesía al Alma, 11/1967.

2018RETAZOS” Diseño, Impresión y distribución por ALIAR Ediciones.

Gestor de eventos culturales: Creador; Encuentro Poético de Álora; Hablando de Poesía.

En colaboración con Maribel Castro, encuentros y redacción del libro de VOCES PERDIDAS, VOCES OLVIDADAS, para próxima edición.

En preparación, ya maquetados, dos poemarios: BASAMENTO DE BARRO y CAMINOS DE LUZ.  

 

 

POEMAS

 

 

            PRESENTÍ


Presentí tu presencia en la distancia,

cuando, una enorme luz, en mi espacio,

convino relucir como topacio,

el aire que rugía con fragancia

a través del aquel valle... despacio.

 

La senda, susurraba tu alegría,

el agua saltarina del arroyo

cantaba melodía que adquiría

la suave y cadenciosa sinfonía,

completada con cantos, y tu apoyo.

 

Dirigían los juncos del riachuelo

la magistral orquesta de las flores,

la amapola, y su nota, con honores

lucían con orgullo su revuelo

cantando a la mañana sus sabores.

 

Las adelfas, danzantes y festivas,

arrogantes, activas y engañosas

ofrecen, unas flores caprichosas

entregando creencias olfativas,

creyendo parecer la mas hermosa.

 

Los álamos erguidos, que custodian

momentos de relax y afinación

de armonía del viento, con su acción,

tocando melodías, que salmodian

al mundo, repartiendo su emoción.

 

 

VISIÓN

 

Tétrica visión desde mi otero;

calles vacías, triste caminar

del sujeto embozado sin mirar,

la senda que, el helor, deja fiero.

Temor agrio del virus traicionero,

habitando con triste estratagema

en el cuerpo inconsciente que blasfema

con su actitud: pasiva, involuntaria,

precipitada y soez, -no sanitaria-

la gente irresponsable, por sistema.

 

Soledad que presiento en esta vida,

negros sueños surgidos, que desvelan

en despertar nocturno, y desconsuelan

la falta de abrazar, y que no impida

recrear, color del beso que decida

el calor acogido y dilatado,

espera, a la frecuencia del pasado,

el deseo de abrazar mi descendencia,

ansío prontitud, y más paciencia

por la espera abrazada, en lo deseado.

 

Impúdica conciencia, de desmanes

osados que, ejecutan, desalientos

sociales a las gentes que en lamentos,

sufren desamparados ademanes.

Maldades inconscientes, de “alacranes”

que actúan con codicia y egoísmo

con paroxismo oscuro, sin civismo,

para la sociedad dócil y aislada

obediente a la ley recomendada,

nos lleva a la actitud con pesimismo.

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