viernes, 8 de octubre de 2021

PILAR REDONDO



La eterna aprendiz...

Nací herida por las letras, ellas son mi vehículo de expresión. Son arena, humo, tierra, el cáliz en el que apago la sed...

Forman parte de mí y de mis cicatrices irreversibles... se aferran a mi alma acuchillando al tiempo... amortajando el presente, resucitando el pasado...

 

Pilar Redondo es fundadora de un club de lectura, pertenece desde hace más de veinte años a la Asociación Literaria Hasday. Ha trabajado en varios programas de Canal Sur Televisión, uno de ellos: Pido la palabra.

Tiene colaboración fija con los periódicos: El Cierre Digital y El Correo de España, y colabora con otros.

También escribe para varias revistas como: La Casa. 

Es fundadora de la Colección Albolafia de cuentos infantiles, cuyo personaje principal es la rana Clotilde. En colegios y donde se lo solicitan realiza actividades culturales y cuentacuentos. 

Tiene publicados dos libros de relatos que pertenecen a la Colección Guadalquivir: Relatos atormentados y Relatos de humor. También los poemarios: Quejíos del alma. La piel del alma. Mortalmente eterna. 

La incursión en la novela la hizo escribiendo junto al prestigioso escritor y académico don Julio Merino: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis" (Sobre la Reconquista española: "La princesa del jazmín". "La boda cautiva". "Leila de Granada". "Pelayo el Astur"). (Sobre la mitología: "Cuando los Dioses se hacen humanos". "Penélope, la reina tejedora". "Betsabé y el Rey David"). Un libro de artículos periodísticos, titulado: El pacto de las libélulas. 

En imprenta está el segundo libro de artículos periodísticos, que se titulará: El guía del infierno.

 Sus textos están publicados en diferentes antologías. Colabora con los colectivos culturales que se lo demandan, por ejemplo: Colectivo Giner de los Ríos. Foro Cultural Puente de Encuentro.

  

POEMAS

 

ASCUAS AVIVADAS

 

La inexperta guitarra y su vicio inconfesable

se deshielan sobre los heridos recuerdos.

La incandescente y abierta zanja

destierra a la prisionera que seduce

a la hambrienta hoguera apresada en el rompehielos.

Precintar la urna de las ascuas avivadas

donde el terremoto y su epicentro

se aferran, contagian y navegan sin rumbo.

  

                EL ESPEJO DE NARCISO...

  

Los cráteres lunares legitiman los arrecifes adormecidos.

Los ojos delatan el ejercicio de autoengaño.

Las cítaras doblegadas sincronizan

al rehén y su testimonio vedado.

La quimera desconsolada, profanada, acota el horizonte,

escenificando lamentos y sollozos inesperados

que incendian los restos mortales

del colonizado espejo de Narciso... 

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