lunes, 30 de octubre de 2023

ÁNGEL CABALLERO

Mi nombre es Ángel Caballero, aunque soy maestro, solamente ejercí dos cursos pues enseguida me dediqué al negocio del campo. Vivo feliz apartado del mundanal ruido y solo me acerco a la ciudad por cuestiones médicas o económicas.

Si escribo es porque mi buen amigo Serafín me pincha y yo salto.

Espero seguir colaborando con vosotros.

Soy muy celoso de mi imagen por lo que siento no enviaros foto.



Mascotas 



Aunque no tengo mascota,

sufro sus inconvenientes,

forma parte de esa gente

que sufre, pero no explota.


Me gusta el reino animal

pero mascota no quiero

porque al animal prefiero

en su entorno natural.


Me parece algo infantil,

mascotas humanizar,

pensar que es un familiar

y ponerla en tu perfil.


Tener un perro en un piso

trae sus inconvenientes,

pues allí puede haber gente

que le molesten los bichos.


Sube y baja la escalera,

se mea por las esquinas,

luego viene la vecina

y forma la pelotera.


Cada día toca salida

con tu bolsa y botellita.

Eso, cariño, no quita

para que haya quien se olvida.


Un gato es inteligente,

elegante, limpio, fino,

pero como buen felino,

arisco es, e intransigente.


Necesitan más bien poco

para enseñarte los dientes,

se sienten independientes,

huraños y hasta algo locos.

También se usa “pa” ligar,

pues facilita el terreno;

que hablar de pienso y galeno,

es buen tema “pa” empezar.


Mi vecino del tercero

tiene una cotorra vieja,

a la que busca pareja,

pero se le ve el plumero.


A un canario o a un jilguero,

prefiero verlo volar,

antes de oírlo cantar

en su jaula prisionero.


Hay quien tiene una tortuga,

un lagarto o una iguana

que comen cada semana

una hojita de lechuga.


De loros, monos, conejos

es mucho mejor no hablar.

¡Que nadie se vaya a enfadar!

Sé que soy viejo pellejo.


El tener una mascota

requiere ser responsable,

hay cosas desagradables

y hay quien se vuelve pasota.


Nunca hay que dejarlas solas,

las alimentas y cuidas

las guías en las salidas,

las proteges y controlas.

   

Con esta pregunta acabo,

sin que me malinterpretes,

ni me mandes al garete

¿Eres su dueño o su esclavo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario