sábado, 7 de octubre de 2023

MARI CALLEALTA


Diplomada en Ciencias de la Educación por la Universidad de Cádiz. Pertenece a la Junta directiva de la Alianza de Creadores Árabes ACA y es delegada en Málaga de  Paz, Arte y Cultura, vicepresidenta Provincial de Málaga de la Asociación Nacional de Poetas del AL-MAnsura, representante en Málaga de Alas para Niños de la Academia Latinoamericana de Literatura Moderna y portavoz en Málaga de la Asociación andaluza cREA, así como miembro de asociaciones de escritores. 

Expositora poética en encuentros internacionales y gestora cultural en formato presencial y virtual. Sus poemas están recogidos en dos libros, antologías y revistas especializadas de la Junta de Andalucía. 

Premiada en la XX Convocatoria Literaria Fundación NAJI NAAMAN 2022 en la categoría “Premio a la Creatividad”. 



DONDE LA LUZ TERMINA


A solas, 

nada más que edad cansada para cerrar los ojos 

como si todo convergiese en una misma pregunta

sobre el porqué muere un instante. 

A solas, en el desvelo de la mirada 

mientras envejezco 

con la altura del alma sobre la ausencia,

con la voz pequeña de un rezo apenas perceptible

tan inútilmente callado para no buscar respuestas. 

A solas, en el cortejo de la oscuridad 

sin contornos para definirme,

sin labios para derramar la palabra.

A solas, con la ignorancia de la memoria

porque he falsificado el recuerdo 

para esconder mi locura.

Pero sigo estando a solas, a solas

sin saber cuántos silencios tiene la luz que termina.  



FRÁGIL


El agua insiste en ser salitre sobre las paredes,

abulta las sombras, se derrama sobre los miedos,

me agita la nuca como una ventisca de excesos

cuando el bien y el mal se estiran al límite.

El agua insiste como si nunca 

hubiese compartido piel e inquietudes,

insiste mientras desliza su témpano en mi cuerpo.

El agua es una pericia de surcos 

semejante a hebras que se adhieren a cada pliegue,

un fluir desigual que se quiebra 

apenas voy o vengo de cada respiro. 

Me deshabito en cada secreto que me seduce, 

me descubro vertebrada en la saliva rabiosa

y me hago sonido o me hago silencio

y me vomito en su lenta caída, apacible, cuidadosa, 

lenta, lenta…

Apenas un temblor, un roce, 

apenas en la memoria de mi boca

tu nombre y mi deseo.

Insiste en el desnudo hasta expandirse. 

Cuando alcance mi pulso

seré tan frágil…


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