miércoles, 11 de octubre de 2023

ROSA GARCÍA OLIVER


Nació en El Gorguel-Cartagena (Murcia).  

 

Ha participado en 53 libros de Antologías y 29 revistas: 

Ha obtenido varios premios de poesía. 

Es Miembro de Honor de la UNEE (Unión Nacional Escritores de España).

Socia del Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia. 

Socia de POETAP.(Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía).

Miembro de AESCT (Asociación de Escritores de Cartagena).

 

Ha publicado: 

Poemario- Anclado en tu silencio en 2010.Ed. Naussíca.

Narrativa- Bajo el cielo de Qala i Naw (Diario de una cocinera en Afganistán) en 2015, siendo finalista del Libro Murciano del Año.Ed.Playa de Ákaba.

Poemario- Los poetas también bailan en 2016.Ed.Playa de Ákaba. 

Poemario- No hay llaves que cierren mis ojos en 2017.Ed.Playa de Ákaba.

Cuento infantil- El carro de la Luna en 2018, publicado en Español e inglés.Ed.La Rosa de papel.

Cuento infantil- Talupita loca (La niña de las estrellas) en 2019.Ed.Rubric.

Narrativa-El grito de la amapola en 2020. Ed. La Rosa de Papel.

Cuento infantil-La danza de las abejas en 2021.Ed.Rubric.

Cuento infantil-Los Reyes Mágicos despistados en 2021.Ed.Rubric.

Poemario- El bastón en 2022.Ed.Rubric.

Narrativa- Entre el índice y el pulgar en 2023.Ed. La Rosa de papel.

 

ESPERANZA 



Buscaba versos que llevar a mi boca,

y los libros se quedaron en blanco.

Busqué unos labios

para fusionarlos con los míos,

y todos estaban cerrados.

Busqué unos brazos 

que ciñeran mi cuerpo,

y todos estaban ocupados.

Busqué unos ojos que me miraran,

y todos dormían.

Busqué un pecho donde recostar mis senos,

y todos me dieron la espalda.


Seguí buscando ¡Insistí!

Busqué unas manos

que me regalaran mil caricias,

y todas aplaudieron mi soledad.

Entonces, busqué el odio 

en la matriz de mi corazón,

y este lo desconocía.

¡Qué desconsuelo sentí

cuando buscándome a mí misma,

tampoco me encontré!

¿Sabes lo que hallé?

La esperanza.




PAYASO



Fui payaso que se pintaba

con el polvo de la risa.

Fui payaso que se vestía

con los pliegues de la felicidad.

Sembré sonrisas en campo inundados de lágrimas.

Hoy recojo la cosecha.

¡No es lo que sembré!

Ahora mi cara está repleta

de sombras que dudan si hubo o no,

una sonrisa que bailara en mis mejillas.

Quizás todo fue un sueño,

el sueño de ser payaso

regalando el verso de la alegría, a niños, ancianos…

Aunque realmente, creo que  no fue un sueño.

Aun tengo mi nariz respingona,

mi enredada peluca de color llamativo,

esos zapatos de medio metro,

y esa corbata rutilante

que casi siempre me enredaba en ella.


Ciertamente fui payaso cobijado en aplausos

que desgarraban manos inocentes.

Me congratulo de lo que fui

pero no de lo que ahora soy,

una marioneta que en movimiento por un abanico de ira,

no me deja ser, aquel payaso que fui.

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