sábado, 22 de octubre de 2022

RAMÓN LUQUE

 



Nació en Mengíbar (Jaén), aunque vive en San Fernando (Cádiz). Estudió Magisterio y después se licenció en Geografía e Historia. Parte de su obra literaria pertenece al género de literatura infantil, que ha sido un complemento a su labor docente. Escribe desde pequeño. La poesía es para él una manera de percibir el mundo y plasmarlo posteriormente a través del verso.  Ha recibido numerosos premios literarios. Ha presentado un programa de radio y ha escrito poesía, relatos y artículos sobre literatura. Algunos libros son: “Las historias de Carmelo”, “Remansos en el tiempo”, “Coro angelical”,  “la soledad del héroe”, “Sueños infantiles”, “Las aventuras de Pulpi”, “Heridas”…

Ha participado en numerosas Antologías y Encuentros Poéticos. Durante cinco años dirigió y presentó el programa de radio ”A vueltas con la Literatura”. Ha prologado y presentado libros. Coordina la Tertulia Literaria del Ateneo de Cádiz y codirige la revista literaria Pléyade de San Fernando. Ha sido pregonero en varias ocasiones: Feria de Mengíbar (2009), Pregón Oficial de Navidad de San Fernando (2017) y Centro de Mayores de Cádiz (2022), entre otros. En 2018 le fue concedido el Escudo de Oro de la Unión Nacional de Escritores de España.

 

 

 

ERES LA NOCHE TIBIA

 

Eres la noche tibia, la almohada

que acoge mi pesar con tu silencio,

eres miga de pan que sacia el hambre

que tengo de tu alma y de tu cuerpo.

 

Eres río y un mar siempre inestable

que invita a la aventura de los sueños,

eres libro muy bello, un poemario

con versos que son brisa y son incendio.

 

Eres selva intrincada, eres deseo

que me lleva a borrarme en una hoguera,

eres genio y un beso sin coraza.

 

Eres abril en flor, eres un ángel

que perdona desganas y naufragios,

eres rayo de sol, casa y misterio.

 

 

  

  PRESIENTO QUE SIN TI...

                       

Presiento que la luz es menos clara

si tú no estás

en la ribera ancha de mi alma,

sin ti me ven oscuro,

así me siento,

y mis ojos no cantan

ni dibujan mis labios

la gracia de la vida

que alumbra como un cielo estrellado

              o como un alba.

 

Presiento que sin ti,

sin tu palabra,

se me apaga la chispa               de la idea

y quedo taciturno,               sin razones,

mi yo es una estatua

con líquenes que comen su osamenta,

el mundo es menos mundo

y una niebla tan densa como el cieno

lo envuelve, lo atosiga               y desintegra.

 

Presiento que un desierto me sacude

cuando solo me encuentro, sin tu risa,

sin el roce ligero de tus dedos,

entonces es mi vida un estallido

de ocasos y desdichas,

y siento que me caigo

y hasta ruedo

por la árida pendiente…               de la muerte.

 

 

 

 


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